Un nuevo residente del MNHN
Desde este martes 19 de marzo se podrá apreciar, en el salón de acceso de nuestro, el espectacular montaje del esqueleto de un reptil marino prehistórico del grupo de los elasmosáuridos. Estos animales se caracterizaban, entre otras cosas, por poseer un cuello largo y cabeza relativamente pequeña. Sus ramas mandibulares y maxilares estaban dotadas de dientes puntiagudos, seguramente utilizados para atrapar peces e invertebrados. Su cuerpo era compacto y ancho, y sus extremidades estaban modificadas a manera de aletas.
El ejemplar de la exhibición está replicado a partir de un espécimen hallado en la Patagonia argentina. Originalmente se le nombró como Tuarangisaurus cabazai, nominación dada por sus semejanzas con fósiles de elasmosáurios descubiertos en nueva Zelanda. Sin embargo, hoy el espécimen es interpretado sólo como un espécimen juvenil de elasmosáurido aristonectino.
Acompaña, al elasmosáurido, otro espectacular reptil marino, el mosasaurio Taniwhasaurus. Aunque también tenía extremidades modificadas a manera de aletas, éstas tenía otra morfología, eran más cortas y poseían menos falanges que los elasmosáuridos; su cuello era corto, y su cráneo puntiagudo. Los dientes son cónicos y, poseían dos filas de dientes adicionales insertos en el paladar, éstos son conocidos como los dientes pterigoideos. La cola de los mosasaurios era enorme y terminaba en una aleta, lo que sin duda le permitía la propulsión en el nado, a diferencia de los elasmosáuridos, donde la locomoción estaba dada por las aletas. El Taniwhasaurus, al igual que todos los mosasaurios, está emparentado con los lagartos varanos (en este grupo se incluye el famoso dragón de Komodo) y serpientes.
Los mosasaurios del género Taniwhasaurus vivieron en el periodo Cretácico y se han encontrado sus fósiles en lo que hoy es Nueva Zelanda, Japón y la Antártida. El ejemplar de la exhibición está reconstruido en base a la especie descubierta en la Antártida. Taniwhasaurus antarcticus.
El encuentro de ambas especies, que bien pudo darse durante a fines del periodo Cretácico, hoy está recreado en nuestro museo. Esperamos, que esta puesta en escena los invite a imaginar el alucinante mundo de los reptiles marinos de la Era Mesozoica.