¿La caída de otro gigante?
Hace no mucho documentamos la caída de una palma chilena (Jubaea chilensis) en el parque Quinta Normal. Alguna valiosa información llegó desde nuestro público señalando que las palmas naturalmente colapsan y se tumban cuán largas son. El desaplome en esa oportunidad era evidente y sucedió lo que señalamos en aquella nota. Afortunadamente la autoridad del Parque Quinta Normal reemplazó el ejemplar y ahora una palma nueva está en el lugar.
Sin embargo, la situación de un ejemplar, en el mismo lugar, presenta un alarmante desaplomo (véase la foto) y pareciera que su destino es caer antes de lo que naturalmente debiera ocurrir.
Las palmas tienen muy copiosas raíces, todas ellas son filamentos delgados que se esparcen alrededor del fuste otorgando así la superficie suficiente como para sostener varias toneladas cuando alcanzan un buen tamaño. Así, el necesario centro de la masa del ejemplar se proyecta como fuerza en la superficie circular que forma la maraña de raíces en tanto se mantenga en esa condición, permanecerá en pie. Cuando el fuste empieza a experimentar una inclinación, esta proyección del centro de masa puede eventualmente salir de la superficie cubierta por las raíces: el colapso es inminente.
Aparte de la física involucrada en la caída lo que importa acá es tomar las precauciones del caso, desde la seguridad pública (una palma de toneladas cayendo no es algo de broma, ¡y esta caerá a la pileta de la Quinta!) hasta la pérdida de un ejemplar más que centenario, seguramente desde los años 70 del siglo 19, fecha de la inauguración del edificio que albergó la Feria Internacional, y que hoy es el Museo Nacional.
La palma chilena además es endémica, está vulnerable.
Ciertamente no es suficiente sólo señalar un problema, a veces es útil dar alguna idea como solución. Creo que sería importante que se evaluara si efectivamente ese ejemplar ya está muriendo naturalmente y sólo somos testigos de su agonía, o está siendo víctima de la losa que cubre a los tres ejemplares. De ser esto último, la remoción de la losa es una muy pequeña pérdida frente al derrumbe de estas plantas. De no poderse, debería recurrirse a ajustar un anillo en el fuste, algo así como ponerle muletas, similar a las palmas de la Plaza de Armas.
Esperemos alguna acción que impida la muerte de esta palma.