Proyecto Manejo Integral de Colecciones Botánicas 2019-2020 Herbario de Santiago (SGO).
Transitando ya por los inicios del otoño 2020 y sobrellevando la cuarentena con tranquilidad, comparto con Uds., en la presente nota, parte del trabajo realizado en el Herbario SGO (SGO=Santiago) durante el 2019-2020 a través del "Proyecto de Manejo Integral de Colecciones Botánicas (PMCB)", instancia que permitió revisar, actualizar bases de datos (BD), mejorar embalajes y papelería a 10.000 ejemplares de plantas vasculares chilenas nativas, 600 hongos chilenos correspondientes a la colección de Rolf Singer (Micólogo Alemán 1880-1940); , y 400 líquenes, muchos de ellos de la colección Antártica y del Archipiélago de Juan Fernández, estos últimos colectados por el Dr. Carl Skottsberg (botánico sueco 1880-1963; ), durante la expedición de 1916-1917. Una proporción importante de dichas colecciones poseen 50 e inclusive 100 años de historia, por lo que era necesario revisar el estado de conservación de sus embalajes originales para reemplazarlos por nuevos materiales y en lo posible, proponer nuevos diseños que permitan un almacenaje más óptimo y una manipulación sencilla y práctica por parte de las investigadoras(es) al momento de consultarlas, donde además se pueda entregar la información más relevante vinculada a los ejemplares y a sus históricos colectores/as.
Para llevar a cabo este proyecto se contó con un equipo de trabajo multidisciplinario donde profesionales de distintas áreas de las ciencias como la botánica, geografía, administración de colecciones y conservación-restauración de colecciones conjugaron su conocimiento y experiencia para mejorar el estado de conservación preventiva y la información de cada uno de los ejemplares tanto en su formato físico como digital. Durante meses, cada etapa de trabajo fue planificada y elaborada en espacios de trabajos correctamente iluminados, ventilados y con dedicación absoluta para revisar cada ejemplar y sus datos asociados, que muchas veces están poco legibles por haber sido escritos a puño y letra por notables mujeres y hombres dedicados a la botánica, micología y liquenología. En este sentido es importante situarnos, por ejemplo, entre los años 1910 y 1960, tiempos en que las investigadoras/es, muchas veces, utilizaban para sus colectas materiales cotidianos para aquella época, como el papel de diario, cajas de cartón y metal de orígenes, formas y tamaños diversos, y en muy pocas ocasiones contaban con materiales de embalajes especialmente elaborados para dichos fines (Fotografía 1A).
En la actualidad, esta situación ha cambiado radicalmente, ya que existe disponible papelería libre de compuestos ácidos, los cuales no producen químicos con el paso del tiempo, y pueden durar de 50 a 100 años. Por otro lado, las cajas de cartones libres de ácido pueden ser recubiertas internamente con otros materiales neutros, evitando así el contacto abrasivo y su deterioro. Dos de estos materiales son el Tyvek y Ethafoam, ambos fabricados en base a polietileno, siendo de naturaleza ligera, elástica, transpirable y duradera. Si pensamos que muchas de las colecciones del Herbario del Museo Nacional de Historia Natural ya tienen más de cien años y deben ser conservadas el mayor tiempo posible, la utilización de dichos materiales nos asegura la conservación preventiva de estas por al menos un siglo más (Fotografía 1B).
Uno de los aspectos más interesantes que se abordó durante el desarrollo del Proyecto de Manejo Integral de Colecciones Botánicas del MNHN 2019-2020 (PMCB), fue su vinculación con la difusión del trabajo avanzado con estudiantes de diferentes colegios y regiones del país, todo esto con el objetivo de mostrar la importancia de las colecciones de historia natural conservadas en un Herbario para la investigación y conservación de la naturaleza. Para ello se impartieron charlas por el equipo de profesionales en un formato participativo, donde los estudiantes aprendieron de naturalistas y científicas/os, herbarios, plantas vasculares, hongos, líquenes y materiales de conservación para las colecciones de este tipo. Esta experiencia nos permitió ser testigos de la importancia de la alfabetización científica en los Museos y como los Herbarios, en específico, aportan a la educación no formal en aspectos de las ciencias naturales y la historia natural, temas de vital importancia en el proceso de sensibilización de las nuevas generaciones en el estudio de la naturaleza y su cuidado, ante la actual crisis de pérdida de diversidad biológica que acontece frente a nuestros ojos (Fotografía 1C y 1D).
Ahora que el proyecto ha llegado a su término y luego de haber revisado detalladamente los 11.000 ejemplares, estos cuentan con nuevas bases de datos (BD), actualizadas y mejoradas en sus campos de información, nuevos embalajes para su conservación preventiva, y además, han sido ordenados según los nuevos conocimientos de las ciencias sistemáticas-evolutivas, siendo almacenadas en depósitos recientemente habilitados (para el caso de hongos). Además, dicha información estará disponible en la plataforma digital GBIF (Global Biodiversity Information Facility) para finales del 2020, con el objetivo de compartir este conocimiento que es de gran valor para la investigación y conservación de la diversidad biológica de Chile.
Finalizamos la presente nota agradeciendo a todo el equipo de profesionales que participó en el PMCB 2019-20: Vanezza Morales, Camila Gómez-Mistretta y Kester Bull (Equipo Botánico, Huella Patrimonial), Rocío Espinosa y Claudia Espinosa (Equipo de Restauración y Conservación del Patrimonio Cultural, Huella Patrimonial). Agradecimiento especial a Jimena Arriagada (Administradora de Colecciones Área Botánica MNHN), por proveer guía sobre el manejo de las muestras, organización y aplicar mantención a los montajes finales de plantas vasculares, y Catalina Merino (Administradora de Colecciones Área Invertebrados MNHN), por la impresión de Códigos de Barra.