Mapocho incaico norte: Nuevas evidencias de nuestro pasado
Es posible afirmar, sin mucho temor a equívoco, que la forma en los que santiaguinos ven la ciudad en que viven se ha modificado desde el año 2012. Esto porque desde ese año se conoce públicamente el trabajo que ha realizado el Jefe del Área de Antropología de nuestro museo, Rubén Stehberg, la investigación ya ampliamente conocida como «Mapocho incaico». La aparición de este artículo -que constituye la suma de décadas de trabajo de Stehberg- trizó paradigmas y pulverizó las creencias que se tenían respecto del origen de la ciudad de Santiago, desmintiendo que Pedro de Valdivia haya fundado la capital de Chile sobre un eriazo, como predicaba hasta entonces la historiografía oficial, sino que levantó la ciudad sobre un centro urbano incaico, que tenía una organización en forma, y que incluso tenía un gobernador, Quilicanta, un orejón del Perú.
El paper incluido en la edición 61 del Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, desencadenó, como si fuera un efecto dominó, una serie de hechos que iban en pos de encontrar más evidencia que reforzara la tesis de que Santiago y el Valle del Mapocho eran incaicas en su origen, y no algo que hayan instituido desde la nada por los conquistadores españoles. Así sucedieron las excavaciones en el centro de la capital, que aportaron la evidencia que complementó lo que el abogado e historiador Gonzalo Sotomayor desenterró en una búsqueda concienzuda como ninguna en cuanto archivo se pudiera escudriñar.
La Catedral Metropolitana, el Cuerpo de Bomberos de Santiago y últimamente el Museo Histórico Nacional fueron lugares en los que Rubén Stehberg y su equipo abrieron sendas en la tierra y lograron desenterrar más pruebas de aquello que afirmaron inicialmente «Mapocho incaico», esto es, entre otras cosas, paredones, fragmentos de cerámica europea, y, lo más importante, artefactos incaicos.
Gonzalo Sotomayor ya no está en este mundo. Una leucemia extinguió su vida en marzo de 2016, asestando un golpe fuerte al trabajo que realizó junto con Rubén. Su capacidad inigualable para ubicar documentos (como por ejemplo, mercedes de tierra o títulos de dominio) en remotos archivos eclesiásticos fue una pieza casi indispensable para esta maquinaria que ha modificado para siempre la faz de la historia chilena y santiaguina.
Casi al mismo tiempo de la triste noticia que significó el deceso de Sotomayor, vino la renovada atención de los medios de comunicación. Una seguidilla de entrevistas y apariciones en prensa escrita, radio y televisión permitieron propagar el mensaje, especialmente en los últimos meses, en los que las excavaciones que el equipo de Rubén Stehberg realizó en el MHN, le abrieron la posibilidad de llegar al gran público con los resultados de esta reveladora investigación.
Así las cosas, surge «Mapocho incaico norte», pieza que forma parte del n° 65 del Boletín del MNHN, y que entrega más detalles de lo que se comprobó en el centro mismo de Santiago, pero ahora en escenarios como las actuales comunas de Quilicura, Lampa, Colina, ubicadas al norte del valle del Mapocho. Este nuevo texto entrega información respecto del Qhapaq Ñan (Camino del Inca), la desarrollada agricultura de los núcleos poblacionales ubicados en la zona, y cómo la conquista española -esto es, Pedro de Valdivia- se apropió de todo el distrito, para así concentrar poder y control sobre toda la zona.
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