Quilicanta: un Orejón que terminó perdiendo la cabeza
En notas anteriores me referí las dos ideas-fuerza que guían nuestra comprensión del fenómeno Inca en el valle del Mapocho-Maipo. Ahora me referiré a la última idea-fuerza.
La tercera premisa, considera muy significativa la presencia del Gobernador Quilicanta, Orejón del Perú, en estas apartadas regiones. Usualmente, el Tawantinsuyu elegía por representante a una autoridad local por su lealtad, siendo excepcional la presencia de un Gobernador proveniente de la familia real del Cuzco, como aconteció en el valle del Mapocho. Quilicanta, acompañado de otros caciques recibió y dio apoyo logístico a la expedición de Diego de Almagro en Quillota en 1536, e hizo lo mismo con Pedro de Valdivia en el valle del Mapocho, en 1541.
Es posible que Quilicanta con su familia y yanaconas huyeran a estas tierras con posterioridad a la conquista europea del Cuzco en 1532 (segunda idea-fuerza), y por su calidad de miembro de la panaca real fuera erigido Gobernador, ejerciendo el mando en un primer momento en el valle de Aconcagua y posteriormente en el centro administrativo y ceremonial del Mapocho (actual Plaza de Armas de Santiago).
Quilicanta fue acusado por los españoles de conspiración y traición, por lo que fue degollado a otros caciques durante el sitio a la ciudad de Santiago, el 11 de septiembre de 1541. La exhibición de su cabeza aparentemente fue el motivo por el cual los indígenas depusieron su asalto. Este hecho significó la salvación de la ciudad y el fin del Tawantinsuyu en la zona central de Chile.