La plataforma ceremonial inca más austral del Tahuantinsuyu
Durante los meses de octubre a diciembre 2014, se efectuaron excavaciones arqueológicas en un montículo muy irregular de piedra y tierra existente en el extremo NE de la plaza intramuros del pucará incaico de Chena (San Bernardo, 20 km. al sur de Santiago). El objetivo era determinar si dichos restos correspondieron a una plataforma ceremonial (ushnu) existente en el lugar. Estos trabajos fueron efectuados por personal del Museo Nacional de Historia Natural en el marco de un proyecto FONDECYT N° 1140043.
Las excavaciones abarcaron la totalidad de la instalación siguiendo una red de cuadrículas de 1 x 1 m. Se logró identificar la estructura interna de una plataforma formada por una aglomeración de bloques canteados formando una masa compacta de tierra y roca. Su estado de conservación era malo producto de los sismos y las lluvias torrenciales que a lo largo de los siglos la habían afectado constituyéndose, a nuestro parecer, en la principal causa de su deterioro. Menor sería el daño causado por la acción antrópica la cual podría ser responsable de alguna de las depresiones presentes en la instalación.
La estructura interna mejor conservada se localizó en la parte centro norte de la instalación y midió 4 x 3 m, aproximadamente, alcanzando una altura de 64 cm. La depresión más destacada correspondió al sector central y se extendió hacia el sur. No se detectaron muros propiamente tal. Tampoco se reconocieron escalinatas de acceso, pero se evidenció un rampa de piedra y tierra en su costado oriente que unió la plataforma a la base del muro perimetral de la plaza.
La plataforma debió contar con un piso de tierra apisonada de unos 20 cm. Sus restos más las depositaciones que se le fueron agregando con el tiempo, fue lo que se despejó durante las excavaciones en Chena. Si a los 64 cm que presenta el sector más elevado, se le agregan los 20 cm de piso de tierra, entonces, la altura mínima que tuvo esta plataforma fue de 84 cm sobre el nivel de base de la plaza. Destacó el hallazgo de seis bolones grandes al interior de la estructura, uno de los cuales evidenció una vetilla natural a partir de la cual se ejecutó un amplio piqueteado intencional que recorrió todo su borde.
Los restos culturales encontrados asignables a la ocupación Tahuantinsuyu correspondieron a piedras rodadas pequeñas (445), toba (37), fragmentos de cerámica (97), óseo animal (10) y malacológico (7). También aparecieron restos dejados por las visitas al pucará, como vidrio (102), metal (49) y plástico (20), a partir de enero 1978, como lo atestiguaron varias monedas fechadas que se hallaron en la excavación.
Los restos excavados presentaron la mayoría de los atributos que poseían los ushnus construidos por el Tahuantinsuyu: única construcción dentro de la plaza intramuros de la fortaleza de Chena; localización en uno de sus extremos; menos de un metro de altura; plataforma cuya estructura interna era de bloques de piedra y tierra; forma cuadrangular; rampa de evacuación en su costado oriente; numerosos bolones y piedras rodadas en su interior; amplia depresión en su sector central y sur, el cual pudo corresponder a parte del sistema de drenaje (pozo ceremonial); restos fragmentarios de vasijas de cerámica, conchas y huesos de animal, compatibles con ofrendas y otras actividades ceremoniales realizadas en el lugar y, una roca de características especiales (bolón granítico con vetilla y piqueteado) que bien pudo corresponder a la piedra "para amarrar el sol", que existía en la mayoría de los ushnus.
La investigación realizada permitió confirmar que el pucará de Chena contó con una plataforma ceremonial (ushnu), similar a la existente en las principales plazas de las instalaciones incaicas. Esto indicó que en el lugar se realizaron importantes actividades políticas, económicas y religiosas durante el período Tahuantinsuyu, conducidas por una alta autoridad estatal. También señaló que el lugar fue centro de reuniones y donde el representante del Inca se reunió para concertar acuerdos con la autoridad de la población local. Este hallazgo también vino a complejizar la discusión sobre la real función que tuvo el pucará de Chena, la cual ha oscilado entre lo militar, lo ceremonial o la observación astronómica. Aparentemente, fue todo eso y mucho más.
Esta instalación se suma a la plataforma ceremonial que exhibe el cerro El Plomo y a la que debió existir en la plaza incaica principal, ambas en el valle del Mapocho. Pero sobre todo, se constituye, por el momento, en el ushnu más austral del Tahuantinsuyu.
Para conocer más a fondo el trabajo de Rubén Stehberg y el Pucará de Chena, pueden descargar más abajo la Publicación Ocasional N° 23 de 1976, "La Fortaleza de Chena y su relación con la ocupación incaica de Chile Central" y el artículo "Mapocho incaico" de 2012, incluido en la edición N° 61 del Boletín del MNHN.
También pueden revisar el ushnu del cerro Chena desde los cielos, gracias a este video que capta desde las alturas la plataforma ceremonial.