Nuevo espécimen de Archaeopteryx
Ayer, miércoles 02 de junio fue publicada, en la prestigiosa revista Nature la descripción de una nueva especie de Archaeopteryx. Este es un momento importante para la paleontología de vertebrados, en especial para los paleontólogos que estudian la transición evolutiva entre dinosaurios y aves ya que este es el ejemplar número 11 descubierto hasta ahora, de esta especie transicional. Recordemos que el famoso Archaeopteryx fue considerado, desde su descubrimiento en 1861 en una cantera de rocas calizas al sur de Alemania, como el primer pájaro. Esto debido a las notables plumas de sus brazos y cola. Sin embargo, si observamos en detalle la anatomía de este animal veremos que tiene poco de pájaro, en un sentido estricto. Sus mandíbulas presentan pequeños dientes cónicos, perdidos en la posterior evolución de las aves. Una cola larga y un sacro pequeño, en las aves el sacro compromete muchas vértebras mientras que la cola está reducida a un pocas vértebras y una estructura ósea conocida como pigóstilo. Además, Archaeopteryx, no poseía el hueso del esternón, estructura donde se alojan los músculos que permiten el vuelo en las aves. Sus manos tenían dedos separados terminados en garras a diferencia de las aves modernas. Es decir, es más un dinosaurio, en el sentido tradicional, que un ave.
La pregunta entonces ¿Qué hace especial a este nuevo espécimen?
Lo interesante de este nuevo ejemplar es que muestra plumas penáceas (existen básicamente dos tipos de plumas, una llamada penácea que cubren el cuerpo de las aves y crea las superficies aerodinámicas de las alas y la cola, y el otro tipo llamado pluma plumulácea o plumón. Este último tipo de pluma tiene propiedades térmicas y se piensa fueron las plumas precursoras de las plumas penáceas) en el cuerpo y las patas, zonas de las que no se tenía registro previamente y sólo se especulaba su presencia. Cabe señalar que este tipo de pluma se encuentra en las aves modernas y ha sido hallada en algunos dinosaurios maniraptoriformes (clado de dinosaurios celurosaurianos que incluye, por ejemplo, al famoso Velociraptor).
Este nuevo espécimen muestra que todo el cuerpo del espécimen estaba cubierto por este tipo de plumas probablemente evolucionadas en el contexto de exhibición sexual, como las aves del paraíso y posteriormente, en la evolución, exaptadas para el vuelo.