Estos originales estuches los podemos encontrar en colecciones arqueológicas, obtenidas principalmente en excavaciones realizadas en sitios de la II Región de nuestro país, tales como Chiu-Chiu, Chunchurí, San Pedro de Atacama y otros. En esta ocasión mostraremos a ustedes la simpleza y belleza que puede alcanzar un objeto práctico y de uso cotidiano; uno confeccionado en cuero y otro hecho en madera. Ambos asociados al Periodo Intermedio Tardío (1000-1400 d.C.).

Lo sorprendente de la tecnología precolombina, es cómo logran dar respuestas a sus necesidades a través de elementos simples que obtienen de la naturaleza tales como pequeñas maderas, restos de cuero, cordones que fabricaban de fibra vegetal y/o animal, o cualquier otra materialidad que les sirviera para crear algún artefacto que les permitiera transportar algo tan delicado como pueden llegar a ser las plumas; las que además, para muchas de estas comunidades eran elementos de intercambio y bienes de prestigio.

La mayoría de las veces estos objetos estaban asociados a prácticas chamánica o a personas que desempeñaban un rol importante dentro de la comunidad. Por otra parte, "... la presencia de plumas de aves exóticas en Chiu-Chiu es otra prueba de la extensión del comercio intercontinental en tiempos precolombinos" (Mostny 1952, p. 24).

Uno de los estuches, como se mencionó, está confeccionado en un trozo de cuero rectangular que fue doblado en la mitad y en cuyo interior se encontraron plumas de colores, probablemente de la zona amazónica, éste además, tiene dos cortes verticales paralelos entre sí, cercanos al borde superior, los cuales distan uno del otro a 1 cm, los que servían, posiblemente, para pasar un cordón que les permitiera colgarlo. Esta "funda" es parte de la colección de un sitio arqueológico excavado en Chiu-Chiu en 1945 por la Dra. Grete Mostny, y se encontró asociado a un cuerpo de un hombre adulto, como parte de la ofrenda que tenía consigo. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Mostny (1952) este hallazgo correspondería a un Chamán, por la diversidad de objetos que componían el ajuar que lo acompañaba.

El otro estuche está confeccionado a partir de una tabla rectangular de madera, con algunas perforaciones pequeñas en uno de sus costados, envuelta con un trozo de cuero y amarrada con un cordón de lana. Este artefacto proviene de un sitio arqueológico de San Pedro de Atacama, correspondiente a la colección "Aníbal Echeverría y Reyes", ambos estuches estaban diseñados para cumplir con la misma funcionalidad, es decir, el transporte de objetos delicados como plumas, hojas u otros elementos hasta ahora desconocidos.

El propósito de dar a conocer este tipo de artefacto es revalorizar un patrimonio cultural que muchas veces queda en el anonimato por no estar dentro de las nuevas propuestas de futuras exhibiciones, pero que en sí, tienen un valor intrínseco y estético que no podemos dejar de mencionar.

Para saber más....

• Mostny, Grete 1952 Una Tumba de Chiu-Chiu. Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, tomo 26 (1):1-56. Santiago (Chile).