Dosificadores y/o Goteros precolombinos
En el 2011 mientras se efectuaba la documentación de la Colección "Aníbal Echeverría y Reyes", encontramos unos tubitos confeccionados en huesos de ave, que concitaron nuestra atención, debido a las singulares características que presentaba cada uno de ellos. Un largo camino de consultas a diversos especialistas nacionales y extranjeros, luego búsqueda bibliográfica, que en los inicios no lograban satisfacer nuestra inquietud y que posteriormente, casi por casualidad, llegamos a dos trabajo que se constituyeron en una luz en este andar, siendo uno de ellos "Una tumba de Chiu-Chiu" de Grete Mostny publicado en el número 26 del Boletín del MNHN (1952) y otro de Lehmann-Nitsche publicado en la Revista del Museo de La Plata en 1904.
Mostny (1952) fue la primera investigadora que encontró un tubito en Chiu-Chiu que lo denominó gotario (cuentagotas), por su parte Lehmann-Nitsche al describir una serie de objetos procedentes del Noroeste argentino, específicamente del sitio Santa Catalina, los asume con una gran interrogante; en particular uno, que lo señala como posible instrumento medicinal. Sin embargo, después de hacer algunos análisis en los tubitos de la colección "Aníbal Echeverría y Reyes", de revisar bibliografía, de examinar algunas colecciones resguardadas en instituciones museales y descartar algunas hipótesis previas, se llegó a la conclusión que efectivamente estos pequeños tubitos eran instrumentos usados en la aplicación de enemas y cuyo propósito era dosificar la sustancia que se administraba. Cuánta razón tenía Mostny al clasificarlos como gotarios.
También debemos señalar, que estos instrumentos son escasos y los pocos que se han encontrado son principalmente procedentes de Chiu-Chiu. Hasta ahora tenemos ubicado siete en la colección "Aníbal Echeverría y Reyes", uno en el sitio "Playa Miller", en Arica, tres en una colección de Chiu-Chiu que se encuentra depositada en el Instituto Smithsoniano (Estado Unidos), de los cuales uno está muy completo incluso con la caja donde lo transportaban (Berenguer y Acevedo, 2015:72) y recientemente hemos hallado tres en la colección "Uhle", procedente del sitio Chunchurí; si bien estos últimos tienen algunas de las características básicas de construcción, similar a los de la colección "Aníbal Echeverría y Reyes", presentan algunas diferencias, sobre todo en el tipo de tapas y el alma, puesto que las del sitio Chunchurí son pequeñas, redondeadas y de apéndice corto y uno de ellos tiene un alma de hueso, similar a los tubitos encontrados en el sitio de Muyuna (Prov. de Jujuy, Argentina); en cambio las tapas de los tubitos del sitio Chiu-Chiu, tanto de la Colección "Aníbal Echeverría y Reyes", así como la del tubito que se encuentra depositado en el Instituto Smithsoniano, son pequeñas, alargadas y de apéndice de mayor dimensión, por su parte, el alma que poseen cuatro de los siete tubitos de la colección "Aníbal Echeverría y Reyes, es de madera y con una perforación central, lo cual podría estar indicando una temporalidad distinta a los de Chunchurí, ya que se ha establecido que estos tubitos se han encontrado durante el Periodo Medio y Periodo Intermedio Tardío, probablemente creados para cumplir con la misma funcionalidad de suministrar enemas, pero con algunas variaciones en su construcción.
La escasa presencia de estos singulares instrumentos, tanto en Chile como en Argentina, ha provocado una carencia de información contextual, descriptiva y temporal que permitan establecer relaciones y/o asociaciones culturales, que den mayor claridad acerca de su funcionalidad y datación.