El Briofitario del MNHN
A más de un mes del retiro de la exhibición del "pequeño mundo de las plantas briófitas" desde el salón central del MNHN, no podemos dejar de recordar la emblemática y particular propuesta museográfica llamada "Briofitario". Similar a lo que nosotros conocemos como acuario o terrario, con la gran diferencia que en su interior se albergaban musgos y hepáticas recolectadas desde la naturaleza, con el objetivo de mostrarlas al público lo más cercanas a su hábitat natural. Su elaboración contó con la colaboración de profesionales de las áreas de Exhibiciones, Recursos Tecnológicos y desde luego del Área Botánica. Este multidisciplinario equipo de trabajo permitió conciliar una estructura de forma geométrica que junto con la implementación de sensores de temperatura y humedad en el interior, permitió que un novedoso humidificador que inyectaba vapor frío, en los intervalos de tiempo necesarios para mantener en principio una humedad relativa del 50% (HR%), y una temperatura de 15°C (+/-).
El gran desafío botánico-museográfico consistía en mantener vivas a 7 especies de briófitas (Musgos y hepáticas), durante los tres meses de permanencia de la exhibición, tiempo suficiente para que esporas de hongos descomponedores del material vegetal cumplieran con su rol natural, cubriendo de un blanco algodonoso la superficie de gametofitos tanto de las especies del suelo como de aquellos que colgaban desde ramas especialmente incluidas para que estas formas de vida típicas de bosques templados del sur de Chile prosperaran sin dificultad.
Sin embargo y para sorpresa nuestra, el público que se detenía a observar el interior, esperaba intuitivamente ver algo en movimiento, probablemente insectos, reptiles u otro animal que típicamente son exhibidos en terrarios de zoológicos o acuarios del país. Pero para sorpresa de ellos(as), sólo había que observar los distintos tipos de verdes que cubrían el suelo y vidrios, lo cual se debió explicar en varias ocasiones para guiar al visitante. Por último y para finalizar la retrospectiva, el elemento más interesante y atrayente para el público fue observar cómo en ciertos momentos surgía desde el fondo del briofitario una columna de vapor que cubría gradualmente todo el volumen interno, dando la impresión de un acto de magia o efecto especial, que no era más que agua en estado gaseoso necesario para mantener hidratados los cuerpos de las hepáticas y musgos.
Para nosotros era como estar observando el fenómeno conocido como "camanchaca", propio de los bosques templados costeros, como el relicto del Parque Nacional Bosque de Fray Jorge, en la IV Región, donde la humedad proveniente del mar que sube por los cerros y baña la copa de árboles, las cuales actúan como atrapa niebla, permitiendo que por escurrimiento superficial en hojas, ramas y troncos, el agua líquida llegue a la bóveda del bosque, hidratando toda la diversidad vegetal presente en su interior.
Por ahora el briofitario descansa de su pionera labor a la espera de mejoras técnicas y por su puesto de una nueva oportunidad de mostrar nuestra flora nativa no vascular: http://www.youtube.com/watch?v=OfsZR2aApT4&feature=youtu.be