Pasar al contenido principal

Don Davis, referente e inspirador de vocaciones biológicas

Una vida dedicada a la ciencia:

Don Davis, referente e inspirador de vocaciones biológicas

Publicado el 14/01/2019
Conservación en húmedo de muestras de estados inmaduros de la familia Gracillariidae, uno de los grupos estudiado por el Dr. Davis.
Conservación en húmedo de muestras de estados inmaduros de la familia Gracillariidae, uno de los grupos estudiado por el Dr. Davis.
Francisco Urra, curador del Área de Entomología del MNHN, nos comparte una semblanza del entomólogo Donald Davis, quien a sus 84 años se mantiene vigente en su trabajo de investigación y también alentando con su ejemplo a lograr más vocaciones científicas.

Las verdaderas vocaciones nacen en la temprana infancia. La fascinación por el mundo natural y la obsesión por entenderlo, son frutos de experiencias que marcan la niñez y juventud de todo aquel que ha crecido rodeado de naturaleza o que ha recibido un adecuado y preciso estímulo de familiares o maestros.

En las ciencias naturales tenemos muchos ejemplos, pero en esta ocasión me referiré sólo a uno de ellos: Donald (Don) Ray Davis, un connotado entomólogo estadounidense que ha contribuido de manera significativa en el desarrollo de su disciplina y en la formación de nuevos taxónomos. Don se especializa en el estudio de microlepidópteros primitivos y su larga trayectoria lo ha posicionado como uno de los principales referentes en Lepidoptera a nivel mundial. Es más, a sus 84 años aún se mantiene vigente y participa de manera entusiasta en diversas instancias relacionadas al conocimiento de estos insectos. Actualmente, Don ocupa la posición de curador emérito en el Smithsonian National Museum of Natural History (NMNH), institución en la que se desempeña como investigador desde hace 57 años.

Don nació el 28 de marzo de 1934 en la ciudad de Oklahoma, Estados Unidos de América y se crió en una pequeña granja cercana a la ciudad. Sus experiencias al aire libre fomentaron en gran medida sus intereses en la historia natural, los cuales iban desde la zoología a la astronomía. Pronto, ese interés por la naturaleza desembocó en sus primeros estudios científicos, que durante sus años de escuela secundaria le permitieron ser un activo participante de ferias científicas locales y estatales. En su último año escolar, siendo aún un adolescente, Don presentó un artículo sobre una polilla del género Schinia (Noctuidae), con el que obtuvo una mención honorífica en un certamen científico y ganó un viaje para competir en la Feria Nacional de Ciencia, que se celebró ese año (1952) en el NMNH en Washington DC. Allí fue elogiado por algunos de los más destacados entomólogos del museo, entre ellos John F. Gates Clarke, quién lo instó a especializarse en el estudio de los microlepidópteros.

Siguiendo los consejos del Dr. Clarke, Don se propuso estudiar una carrera profesional para algún día trabajar en NMNH. Así, en 1956, recibió su licenciatura en entomología en la Universidad de Kansas y posteriormente, su doctorado en la Universidad de Cornell en 1962. Las investigaciones de Don se han centrado en los grupos más primitivos de lepidópteros, publicando importantes trabajos en familias como Acrolophidae, Carposinidae, Eriocottidae, Eriocraniidae, Opostegidae, Prodoxidae, Psychidae y Tineidae. También ha descrito familias nuevas como Acanthopteroctetidae, Andesianidae y Palaephatidae, grupos que representan antiguos linajes de lepidópteros, los dos últimos presentes también en Chile. En los últimos años su trabajo se ha centrado en la biología de polillas minadoras de hojas y habitantes de cavernas, y está completando revisiones en algunas familias como Adelidae, Epipyropidae, Gracillariidae, Nepticulidae y Tineidae.

En 2014 tuve la suerte de conocer al Dr. Davis, quién me invitó personalmente a visitar el Departamento de Entomología del NMNH. Con una actitud afable y pedagógica, me mostró cada uno de los rincones del departamento, el depósito de las colecciones, la biblioteca, la sala de colecciones húmedas y la sala de material en tránsito, entre otras dependencias. Habló sobre su trabajo con lepidópteros asociados a cavernas, del diseño de los gabinetes y del cuidado general de las colecciones. Con el mismo esmero, propio de un buen anfitrión, me llevó a conocer la colección de Oecophoridae chilenos (los mismos ejemplares que usó Clarke en su trabajo de 1978), familia con la cual he estado trabajando en los últimos siete años. Terminado el encuentro y con una paciencia admirable, Don me regaló algunas separatas de sus artículos y me invitó a visitar nuevamente el museo (y la colección) cuando lo requiera, mientras reflexionaba sobre las limitaciones de la investigación entomológica. Si lugar a dudas, esta breve, pero nutrida visita, se convirtió en una de mis más enriquecedoras experiencias profesionales, destacando por sobre todo la calidad humana y académica del Dr. Davis.

Las vocaciones verdaderas, cuando nacen a temprana edad y cuentan con un adecuado estímulo, se van forjando y fortaleciendo con el tiempo.

En este paciente y perseverante proceso, juegan un rol muy importante los maestros, los mentores, quienes motivan a partir de su experiencia y de su propio trabajo, transformándose en verdaderos modelos a seguir. Así lo fue Clarke para Davis, y así lo es Davis para muchos de nosotros quienes seguimos a la distancia sus pasos.

Referencias