Esta singular frase manifiesta que Violeta debe haber observado en algún momento de su vida a un grupo de plantas creciendo sobre piedras, las cuales, sin aparente vacilación identifica como "musgos". Esta singular coincidencia poética y botánica, nos señala que ella tenía una aguda visión naturalista de su entorno y que sin tener mayor formación, reconoce a este grupo de plantas.

Sin embargo, y reflexionando al respecto, nos hacemos las siguientes preguntas:

¿Realmente Violeta habrá observado musgos brotando en la piedra o simplemente era otro grupo de plantas pequeñas? ¿Cómo habrá reconocido in situ la identidad de esas plantas? ¿Se habrá acercado a observarlas o solo las miro desde lejos cuando tocaba su guitarra o pintaba sus cuadros?

Quizás estas preguntas nunca tengan una respuesta satisfactoria, pero lo que sí hay que tener claro es que para poder decir con seguridad que lo que estamos observando es un musgo, debemos acercarnos a ellos y observar sus pequeñas hojas dispuestas en forma helicoidal en el tallo. En ocasiones observaremos también, sobre este tallo (gametofito), una estructura llamada "esporofito", que puede toscamente asemejarse a un "fósforo" torcido del grosor de un alfiler. Muy importante también para la observación es cerciorarse de que la planta esta húmeda (Fotografía 1), y no seca ya que adquiere una conformación y color diferente.

Más detalles de estas plantas pueden encontrarlas en la literatura, pero lo que si invitamos a experimentar al corto plazo, es que después de las primeras lluvias que refresquen nuestra acalorada zona central (Región Valparaíso, Región Metropolitana y Región O'Higgins), vayan transitando con el mismo espíritu naturalista de Violeta y observen los muros de concreto, canaletas, techos, y piedras, y se dejen sorprender con la belleza de las plantas pequeñas, que para efectos de la presente nota llamaremos "musguito en la piedra..."