¿Cómo recolectar lepidópteros nocturnos?
No cabe duda que una de las mejores formas para aprender sobre insectos, es recolectarlos en su ambiente natural. La tarea es sencilla cuando se trata de especies conocidas y de actividad diurna, que pueden ser atrapadas empleando diversos métodos. Pero con insectos nocturnos, la faena puede complicarse si no se tiene conocimiento sobre las técnicas básicas y los materiales adecuados para efectuarla.
Usualmente, muchos insectos son atraídos hacia las luces artificiales, fenómeno conocido como fototactismo (o fototaxis) positivo. Este comportamiento ha permitido desarrollar trampas de luz que permiten capturar fácilmente numerosos ejemplares. Las trampas de luz pueden usarse con fines científicos o bien como parte de un sistema de detección de plagas, y dependiendo del objetivo de la recolección, pueden revisarse periódicamente o en el momento que los insectos son atraídos.
Las polillas (orden Lepidoptera), que son mayoritariamente de hábitos nocturnos o crepusculares, pueden ser capturadas con este tipo de trampas. La luz recomendada para estos insectos es la blanca, producida por ampolletas fluorescentes o de vapor de mercurio, o la ultravioleta ("negra UV").
Un factor que debe considerarse a la hora de recolectar lepidópteros, es la fragilidad de estos insectos. Las escamas, que cubren alas y cuerpo, se desprenden fácilmente, y los apéndices como patas y antenas se rompen. Lo recomendable es sacrificarlos en el momento que son capturados. Algunas trampas, como las de tipo balde, incluyen insecticida. Pero, como estas trampas no son selectivas, y como no todos los insectos demoran lo mismo en morir, los individuos más resistentes pueden estropear al resto del material capturado. Para evitar este problema, pueden introducirse bandejas para huevos en el balde, para que las polillas se refugien en los alveolos o cavidades de éstas.
Otra opción es utilizar la trampa tipo sábana, que como su nombre lo indica, consiste en poner una sábana blanca estirada entre dos postes o árboles, y frente al ella una fuente de luz. También puede instalarse en el piso y colocar la luz sobre ella. La principal ventaja, es que permite seleccionar el material y obtener ejemplares en muy buen estado. La principal desventaja es que priva del sueño a quienes realizan la faena. Se recomienda instalar la trampa en lugares abiertos, visibles y en cercanías de vegetación natural. Las noches cálidas y sin viento son las más promisorias, aunque hay especies que vuelan en épocas frías, como ciertos nóctuidos y geométridos.
Una vez capturadas, las polillas deben sacrificarse rápidamente. Se recomienda introducirlas a un frasco que contenga papel empapado con acetato de etilo, o bien meterlas al refrigerador, para mantenerlas blandas hasta su montaje, procedimiento que revisaremos en una próxima nota...
¡Atentos!