Conservación de la Biodiversidad
El concepto de biodiversidad se ha ido extendiendo a los más diversos ámbitos de nuestra sociedad tales como el académico, político, prensa y quehacer diario. En este marco se han acordado diversos convenios internacionales relacionados al tema y que han sido suscritos por Chile y donde el Museo participa en varios de ellos.
Existe consenso que la biodiversidad está en crisis y por ello se están tomando diversas medidas para lograr su mantención. A nivel internacional se han implementado los Libros Rojos, que tienen listados de especies de flora y fauna en diferentes grados de amenaza y que sirven de base para promover planes de protección, manejo y/o restauración.
En Chile, en la década del 80, Conaf organizó reuniones con diversos especialistas para elaborar los primeros Libros Rojos, posteriormente la Conama (Comisión Nacional del Medio Ambiente) y el Museo realizando consulta a expertos, complementaron y/o actualizaron la información de los mencionados Libros Rojos.
La Ley de Bases del Medio Ambiente de 1993 establece un reglamento específico donde se fijan los procedimientos científicos-técnicos para realizar la clasificación de la flora y fauna silvestre en las categorías de conservación, utilizando una clasificación de: En Peligro, Vulnerable, Rara, Insuficientemente Conocida, etc..
Nuestro Museo ha participado por varios años en el proceso de implementar este reglamento el que actualmente se encuentra en la Contraloría General de la República y que debe comenzar a aplicarse este año (2005). Dicho reglamento contempla establecer categorías de conservación utilizando datos objetivos tales como: distribución geográfica, abundancia poblacional, calidad de hábitat, amenazas, etc. Los estados de conservación de las especies ya no serán una sugerencia de los científicos sino que tendrán un estatus legal.
El Museo Nacional de Historia Natural, junto a representantes de otras instituciones estatales, académicas y ONG's, es parte del Comité Operativo encargado, entre otras cosas de administrar el proceso de clasificación y priorizar grupos de especies, lo que nos brinda una oportunidad histórica y a la vez una responsabilidad con las actuales y futuras generaciones.