Los albatros y su supervivencia
Los albatros viven más de 60 años. En los primeros seis a siete años de vida permanecen exclusivamente en el mar, sin tocar tierra. Duermen flotando en el mar, y de éste obtienen también el agua y su alimento que consiste en plancton, crustáceos y peces que estén cerca de la superficie.
Anidan en islas remotas, construyendo generalmente un nido cónico o poniendo el único huevo de color blanco, directamente en el suelo, dependiendo de la especie. La postura es entre los meses de septiembre y enero, siendo la excepción el albatros de las Islas Galápagos que lo hace en mayo o junio. El huevo es incubado por ambos padres y a la cría la alimentan por regurgitación.
Sus alas largas y delgadas, que en algunas especies sobrepasan los 3,5 metros de envergadura, están perfectamente adaptadas al planeo aprovechando de excelente forma las corrientes de aire para ahorrar energía y tomar altura, permitiéndoles horas de planeo. Los albatros pueden mantener sus alas extendidas, fijas, casi sin gastar energía. De esta forma pueden cubrir hasta 13.000 kilómetros en un solo viaje.
Su distribución cubre desde el Trópico de Cáncer por el norte hasta el mismo continente antártico. De las trece especies, nueve viven en aguas antárticas y subantárticas y las otras cuatro, en islas volcánicas del Océano Pacífico.
El estado de conservación de las aves marinas del mundo se ha deteriorado rápidamente en las últimas décadas, la mitad de todas las especies marinas conocidas están experimentando disminuciones poblacionales. De ellas los albatros están particularmente amenazados, ya que la mayor parte de sus especies se encuentran en peligro de extinción.
Un factor importante que contribuye a este frágil estado de conservación es la captura incidental en la pesca marítima. Los estudios indican que 300.000 aves marinas mueren cada año en las pesquerías de palangre y de arrastre, un tercio de las cuales son albatros. Otras 400.000 aves marinas mueren cada año en la pesca con redes de enmalle y un gran porcentaje de ellas son albatros.
Existen medidas simples y de bajo costo que incorporadas a la rutina de la pesca diaria reducen rápidamente la mortalidad de las aves marinas vulnerables sin afectar negativamente la captura de peces, que son: las líneas espantapájaros (que son elementos disuasivos), lastre en la línea (para hundir rápidamente los anzuelos cebados) y el calado nocturno (las aves marinas son menos activas en la oscuridad).
Científicos y organizaciones ecologistas trabajan con gobiernos y pescadores para la implementación de estas medidas que pueden significar la diferencia entre la extinción y la conservación de estas especies.
Para leer más:
- http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/naturaleza/2006/07/24/154094.php
- http://nationalgeographic.es/animales/pajaros/albatross
- http://www.bioenciclopedia.com/albatros-viajero/
- https://www.google.cl/#q=albatross+task+force+chile
- http://www.scielo.cl/pdf/lajar/v40nSpecIssue/art25.pdf