En busca de dragones
Dentro de las labores que constituyen un museo (especialmente uno de historia natural) se encuentran: investigar, exhibir, educar y conservar. Justamente bajo estas directrices es que la primera quincena de diciembre del 2010, Herman Núñez, Juan Carlos Torres y José Yáñez, miembros del Área de Vertebrados del Museo Nacional de Historia Natural realizaron una expedición a la Región de Atacama, la región más austral donde se ha documentado "dragones", para estudiar su distribución, sus formas de vida y las adaptaciones al desierto.
Los "dragones" son en este caso, no las criaturas míticas, sino un grupo de pequeñas lagartijas, pertenecientes al género Phrynosaura, nombre latino que significa lagartija-sapo, habitantes del desierto absoluto del Norte Grande. Existen varias especies de reptiles en el desierto nortino, pero la mayoría de ellas vive en lugares en que hay alguna vegetación y sólo los pequeños dragones habitan en sectores totalmente desprovistos de plantas. En estos lugares, sin embargo, viven algunos invertebrados como pececitos de plata, arañas, pseudoescorpiones, grillos y otros, pero en muy baja abundancia, lo que a su vez determina que los dragones sean escasos.
Los investigadores recorrieron planicies, quebradas y cerros buscando tanto la presencia de estos animales como su relación con el hábitat y otras especies de reptiles. Encontraron una nueva población de estos dragones que está aislada de otras previamente conocidas y se encuentran actualmente completando el estudio de las características específicas de este particular grupo de animales.