Capacitación de flora y vegetación de Chile
En esta oportunidad quisiera compartir con ustedes una actividad de capacitación docente que realizo el Área Botánica al personal del Área Educación en temas de flora y vegetación de Chile el día martes 2 de abril, en nuestra acogedora y clásica Biblioteca Abate Molina. Dicha actividad tuvo por objetivo entregar conocimientos sobre cinco temas, distribuidos en dos bloques expositivos y un taller didáctico. Los temas fueron expuestos por tres investigadores, comenzando el primer bloque por quien escribe esta nota, el segundo por Gloria Rojas, Jefa del Área de Botánica, y el tercero por Kester Bull, Investigador Asociado del Área de Botánica.
Los temas abordados incluyeron los orígenes del clima y flora mediterránea, la riqueza de especies arbóreas nativas y/o endémicas de Chile mediterráneo, los ciclos de vida de gimnospermas-angiospermas, árboles de Chile, estructura de la flor, frutos y semillas, y taller de flora.
De acuerdo a dichos temas comencé señalando aspectos del Paleoclima y Paleoflora que dominaban Sudamérica hace millones de años (paleo=antiguo, viejo), y como el levantamiento progresivo de la Cordillera de los Andes, la formación de la Diagonal Árida, la presencia de la corriente de Humboldt y la dinámica los vientos del Oeste influyeron en la conformación de nuestra particular flora y vegetación. A partir de estos antecedentes se discutió el origen del clima mediterráneo en la zona central del país y como sus nuevos patrones de precipitaciones y temperaturas operaron como factores de selección para las familias, géneros y especies que en ese entonces habitaban un clima más húmedo y templado.
Entendiendo esta idea, continué destacando los elementos florísticos arbóreos nativos y endémicos más conocidos del mediterráneo chileno. Por ejemplo, hice mención a la importancia de la familia Lauraceae Juss., con un género arcaico y monotípico en nuestro país, Peumus, donde se ubica el Boldo (Peumus boldus Molina). Un segundo buen ejemplo fue la familia Gomortegaceae, endémica de los bosques mediterráneos costeros de la Región del Maule con un solo representante, el Queule (Gomortega keule (Molina) Baill.). Por último mencioné el emblemático Quillay (Quillaja saponaria Molina), del orden Fabales y familia Quillajaceae D. Don, el que está distribuido únicamente entre Chile y Perú.
Este bloque finalizó con la revisión de los ciclos de vida de las plantas Gimnospermas (semilla desnuda, coníferas propiamente tal) y las Angiospermas (semilla encerrada en una cubierta). Aquí se explican en conjunto las diferencias entre ambos ciclos, sus tiempos de desarrollo y cómo los procesos celulares-genéticos permiten la polinización y subsecuente fertilización del óvulo con la formación del embrión.
A continuación Gloria Rojas revisó la flora arbórea de Chile en un contexto norte-sur donde se mencionaron los elementos más importantes para cada zona del país tanto para el altiplano, desierto, mediterráneo, bosques templados y bosques subantárticos, destacando para el norte las Queñoas (genero Polylepis Ruiz & Pav.) y el Chañar (Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) Burkart). Para el sur del país destacó las coníferas nativas como Alerces, Araucarias y Cipreses. Simultáneamente comentó aspectos etnobotánicos-culinarios de los frutos y semillas de estas especies. Finalmente habló de la importancia de considerar dichas especies arbóreas nativas en las iniciativas de forestación urbana, instalación de flora en las plazas y en calles de las ciudades.
En el último bloque Kester Bull explicó de manera didáctica, cómo los distintos tipos de arquitectura floral originan una diversidad de frutos y semillas que habitualmente están en árboles de zonas urbanas y otras presentes en nuestra dieta diaria, como son las clásicas naranjas, plátanos, manzanas, tomates, paltas, entre otros frutos de plantas nativas como el Quillay. Posterior a estos tres bloques, se realizó el taller didáctico sobre flora en que se revisaron muestras botánicas de diferentes grupos de plantas vasculares, y sus distintos tipos de frutos y semillas. Además se reviso material de plantas no vasculares como musgos y hepáticas asociados a vegetación altiplánica y a bosques subantárticos de Aysén y Magallanes. También se incluyeron hongos que viven en la madera y líquenes que crecen sobre ramas de árboles nativos.
Con dicha actividad docente el Área Botánica del MNHN trasfiere de forma dinámica el conocimiento científico sobre los orígenes de nuestra flora nativa-endémica mediterránea, la diversidad de arboles chilenos, las diferencias entre los ciclos de vida de gimnospermas-angiospermas y la arquitectura de la flor, frutos y semillas, información fundamental para complementar la educación patrimonial que el Museo entrega a la comunidad y que claramente contribuye a comprender mejor nuestra riqueza botánica, que sin lugar a dudas, es única en el mundo.