Hace algunas semanas nació un panda rojo en el Zoológico de Santiago, a raíz de lo cual, salieron varios reportajes sobre este animalito y se generaron dudas en los lectores.

A pesar de lo que parece el panda gigante y el panda rojo no son parientes cercanos, antes se los juntaba en una sola familia por tener garras similares, dado que presentan un "sexto dedo" a manera de pulgar, que es una modificación del hueso sesamoideo de la muñeca. Claro, ambas especies son del Orden Carnívora y a pesar de las controversias los estudios moleculares indican que el panda gigante pertenece a la Familia Ursidae, es decir, los osos y el panda rojo pertenece a la Familia Ailuridae, más emparentada con los mustélidos (quiques), proscionidos (mapaches) y mefítidos (chingues) pero no a los úrsidos (osos).

El panda rojo vive entre los 2.000 y 5.000 metros de altura en las selvas del Himalaya, en las montañas de Hunan, Schuan (China), norte de Birmania y Nepal. La destrucción de los bosques ha llevado a considerar esta especie como amenazada en las regiones más occidentales de su distribución.

Este animal fue conocido en occidente en 1825 (casi 50 años antes que el panda gigante), es nocturno y pasa buena parte del día durmiendo, es más activo al alba y al anochecer. Su singular cola, además de favorecer el equilibrio, la usa para cubrirse la cabeza durante el sueño.

Es solitario, salvo en periodo reproductivo, alcanza su madurez sexual a los 18 meses. Su alimentación es sobre todo bambú y ocasionalmente pequeños mamíferos, aves, huevos, bayas y otros vegetales.

Afortunadamente para la conservación de esta especie se han establecido varias medidas de protección y algunos zoológicos tienen programas de crianza.