Captura y Recaptura de Cuerpos Pintados
Uno de los componentes ecológicos de gran importancia en las poblaciones animales es ¿Cuántos animales hay en este hábitat?, este último puede ser una superficie de terreno o un volumen de agua. Lo más obvio es medir la superficie o el volumen que interesa y contar los individuos. De hecho es lo que se hace en los eventos en que el Estado se pregunta cuántos habitantes hay en un país: los cuenta a todos. A eso se le llama censo.
Pero en el caso de los animales que son movedizos (aunque sean caracoles), una estimación así puede ser muy compleja, y los resultados presentar una tremenda incerteza. Para subsanar esta situación los biólogos han desarrollado métodos estimativos, en base a probabilidades. En este caso, captura, marcado… y ciertas angustiosas premisas:
- No hay mortalidad, ni natalidad, ni emigración, ni inmigración, o son mínimas. Se asume que la población es constante durante la experiencia
- Existe la misma probabilidad de captura para todos los animales en el evento de capturar y marcar.
- La marca no facilita ni impide que el animal sea capturado nuevamente
- Durante el proceso del segundo evento ningún animal tiene más o menos probabilidad de ser avistado o capturado
- Los animales no pierden la marca en el período intermedio.
- No se cometen errores en el período de recaptura o avistamiento.
Lo que se hace (con todos esos actos de fe en mente) es recolectar ejemplares del grupo de interés y marcarlos, puede ser con un chip inserto en el cuerpo; poner argollas o pequeños discos metálicos con información de fecha y lugar de recolecta, como en peces, o tortugas; o hacerlo de tal manera que se puedan ver de lejos, por ejemplo: pintarlos con pequeñas manchas de color, visible pero no muy conspicuas.
En Farellones y otros lugares precordilleranos de la Región Metropolitana, hemos recolectado lagartijas, las hemos pintado y posteriormente liberadas y luego de unos cuatro días hemos recorrido incansablemente el terreno (de superficie conocida) buscando los animales marcados.
La gran magia de esto son las proporciones del Método de Lincoln/Petersen. Aquellas lagartijas que marcamos la primera vez (n1) y todos los que encontramos en el momento de la exploración del terreno (n2) entre ellos habrá m2 animales marcados.
Se asume en esto que la proporción de marcados en el segundo evento es un adecuado estimador de la proporción poblacional desconocida, es decir:
(n1/N) = (m2/n2);
por despeje de: N = (n1*n2)/m2 tenemos un número estimado (N) de la población
Simple, ¿no?
Esto puede hacerse muy complejo cuando se desea obtener variaciones expresadas como desviación estándar, pero no es ése el caso que analizaremos ahora. El Doctor Stanley Fox de la Universidad Estatal de Oklahoma (OSU), el doctorante Enrique Santoyo Brito de OSU, y el suscrito, estamos estudiando el efecto del cambio climático global sobre las poblaciones de lagartijas en Chile central, comparando parámetros como el descrito (densidad poblacional) y otras variables térmicas acusadas en los reptiles, estudiadas hace treinta años atrás y las eventuales variaciones que se han producido en este lapso. Para ello contamos con el auspicio de la National Geographic Society, Phoenix Zoo, Explorers Club, Delta Foundation y el patrocinio del Museo Nacional de Historia Natural.