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El origen de la fumagina: interacción entre plantas, insectos y hongos
Muchos se preguntan sobre el origen del polvo o costra negruzca, parecida al hollín, que suele cubrir diversas partes de las plantas de jardín y frutales. Esta capa oscura se conoce como "fumagina" y corresponde al crecimiento de varias especies de hongos, cuyo micelio y esporas negras cubren la superficie de su planta hospedera. Estos hongos saprófitos no infectan los tejidos del vegetal, por lo que el daño producido es más bien de tipo cosmético. Sin embargo, llega a tener efectos negativos en la fotosíntesis, al bloquear directamente la luz. La fumagina puede ser un importante problema al presentarse como manchas sobre la fruta y vegetales, disminuyendo su calidad y su precio.
Diversos insectos, (pulgones, langostinos, chanchitos blancos, conchuelas, mosquitas blancas, sílidos, entre otros) poseen un aparato bucal modificado a manera de estiletes, a través del cual se alimentan de la savia de los vegetales. De esta forma succionan grandes cantidades de líquido, excretando el exceso en sus fecas. Estas excreciones, llamadas comúnmente "mielada" (honeydew en inglés), son ricas en carbohidratos (azúcares) y compuestos nitrogenados. Debido a la constante actividad de alimentación de los insectos, la mielada se deposita sobre la superficie del vegetal, tornándola pegajosa. Esta capa de desechos orgánicos es el sustrato ideal para el crecimiento de distintas especies de hongos saprófitos, principalmente del género Capnodium (Ascomycota: Capnodiales).
No sólo los hongos son favorecidos por estas secreciones azucaradas. Algunos insectos, como ciertas hormigas, avispas y abejas (orden Hymenoptera), también son atraídos a esta fuente energética. Es más, algunas especies de hormigas establecen una estrecha relación de mutualismo con pulgones, por lo que es común observar cómo vigilan y "ordeñan" a su rebaño, mediante estimulación táctil; además, lo defienden del ataque de sus enemigos naturales, entre los que se cuentan chinitas y avispas parásitas. Las abejas también resultan atraídas a la mielada, cuando no existen fuentes de néctar cercanas; sin embargo, la miel producida a partir de esta sustancia es de menor calidad.
A nivel de plantaciones comerciales, el problema de la fumagina puede controlarse al eliminar a aquellos insectos que excretan mielada. En nuestra casa o jardín, podemos eliminar las hormigas y así favorecer el control natural que ejercen chinitas y avispas. Por otra parte, el moho y las secreciones pegajosas presentes sobre las plantas pueden limpiarse, aplicando sobre el follaje una mezcla de jabón suave diluido en agua y luego enjuagando con abundante agua.
Referencias:
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TRIPLEHORN, C. A., y N. F. JOHNSON. 2005. Borror and DeLong's Introduction to the Study of Insects. Seventh edition. Thomson Books/Cole, USA, 864 pp.
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