En 1889 el esqueleto de una ballena proveniente de Valparaíso llegó al Museo Nacional de Historia Natural. Desde 1895 forma parte de su exhibición permanente y hoy se presenta al público renovado y con nombre propio: Greta.
El ejemplar inicialmente fue identificado como una ballena azul, luego como una ballena de aleta y recientes estudios indican que se trata de un rorcual norteño (balaenoptera borealis).
Entre 2012 y 2013 se desarrolló el proyecto "Operación Ballena", que intervino su estructura ósea con el objetivo de brindar una mejor información sobre su morfología y garantizar su preservación.
El esqueleto presentaba pérdida de huesos, fragilidad de piezas por desgaste de aceites, suciedad y rastros de antiguas intervenciones. Las acciones se efectuaron por diversos profesionales, a vista del público del Museo y contemplaron:
o La realización de tratamientos de conservación y restauración.
o La modificación de la postura del esqueleto con el fin de corregir aspectos anatómicos.
La conservación y restauración involucró la limpieza de las 185 las piezas, su reintegración cromática y la fabricación de las estructuras faltantes.
Para el montaje se consideraron elementos biológicos y estéticos. La posición y estructura del esqueleto debían dar cuenta de su anatomía. Mientras que para los soportes se optó por acero inoxidable, pues no afecta la integridad del esqueleto y facilita su desmontaje.