La almeja Ming- Arctica islandica (Linnaeus, 1767) ocean quahogs
La “Almeja Ming” es hasta ahora el molusco documentado que más ha vivido: 507 años de edad, lo que lo sitúa como el animal más longevo del mundo; dicho de otra manera se puede indicar que la “Almeja Ming” tenía aproximadamente 21 años de edad cuando Hernando de Magallanes descubrió el Estrecho que lleva su nombre (1520).
La almeja Ming pertenece a la especie Arctica islandica (Linnaeus, 1767) de la familia de las Veneridae, pariente de nuestras conocidas y sabrosas almejas chilenas. El ejemplar fue bautizado como Ming en recuerdo de la penúltima dinastía China del mismo nombre que gobernó entre los años 1368 y 1644; esta almeja nació en 1499 y vivió hasta el año 2006, fecha en que fue recolectada viva junto otros 200 ejemplares por una expedición inglesa de la Universidad de Bangor a Islandia.
Alguien podría legítimamente pensar que un animal de esa edad debiera ser muy grande, sin embargo este ejemplar no sobrepasa las medidas normales de una almeja común, las medidas exactas de este ejemplar son: largo 86,9 mm; alto 72,5 mm y pesó 92,36 gramos incluyendo su concha.
La edad de esta almeja pudo determinarse a partir de variados métodos tales como carbono 14 y conteo de los anillos de crecimiento. Los investigadores señalan que de haber un error en la interpretación de los datos, éstos no superarían los dos años.
Las causas del por qué esta especie puede vivir tantos años podría estar determinada entre otros factores; por causas genéticas y por su bajo metabolismo, en otras palabras estos moluscos viven su vida en cámara lenta, necesitando muy bajas cantidades de oxígeno para subsistir.
Esta especie habita sobre sustratos arenosos a profundidades que oscilan entre 1,5 a 30 m en aguas del Mar del Norte, Océano Atlántico. En América se distribuye desde Canadá a las costas de Carolina del Norte en Estados Unidos.
La importancia del estudio de estos longevos animales radica en que nos pueden aportar una visión sobre las condiciones climáticas del pasado, ya que examinando el depósito de los diferentes isótopos de oxígeno en los anillos de crecimiento, se puede determinar la temperatura del mar a lo largo de la vida de estos moluscos, contribuyendo de esta manera al conocimiento del cambio climático.
En la actualidad esta especie es explotada comercialmente por países como Canadá, Noruega, Estados Unidos e Islandia; un reporte de la FAO señala que en el año 2014 se extrajeron mediante dragado 117.474 toneladas, por lo que es perfectamente probable que hubiera ejemplares mucho más longevos entre los que se extraen anualmente.