Arqueología, drones y paisajes mineros
La reciente expedición a las soleadas y desérticas serranías al norte de Copiapó en el desierto de Atacama, nos ha brindado la oportunidad de investigar como la pequeña minería ha persistido y también se ha modificado en los últimos 2.000 años. Si bien hoy en día la minería artesanal del tipo “pirquinero”, como se denomina localmente está sujeta a las demandas del mercado global, esta actividad existe desde tiempos prehispánicos y ha marcado la vida de innumerables generaciones en la región. Gracias al uso de nuevas tecnologías como los drones, ahora poseemos un panorama más completo del uso del espacio por parte de aquellas comunidades mineras, explorando también sus transiciones desde pequeños campamentos de extracción de turquesa, hasta las grandes minas de plata explotadas a escala industrial en el siglo XIX como es el caso del mineral de plata de Tres Puntas y las grandes fundiciones de la época. El ver el paisaje literalmente “desde arriba”, nos permite comprender mejor la arquitectura de dichos lugares y como los antiguos mineros distribuyeron su espacio para llevar a cabo sus tareas de producción. Así, podemos distinguir sectores de vivienda, de extracción y selección mineral, de molienda, espacios públicos, entre otros.
Los avances tecnológicos y la reducción de costos de vehículos aéreos no tripulados, ha permitido abordar una nueva dimensión espacial inaudita para la arqueología. Si bien la fotografía aérea ha existido desde hace mucho, hoy en día es posible obtener imágenes de alta resolución, las cuales incluyen coordenadas y pueden ser puestas en un mapa con la escala adecuada. Así, el uso de drones en arqueología es una eficiente alternativa para generar mapas de detalle, cubriendo extensas áreas en poco tiempo. Esto no reemplaza el trabajo arqueológico tradicional de revisión y registro meticuloso en terreno, pero sin duda aporta con un nuevo tipo de dato espacial que difícilmente se podría conseguir de otra forma. Por ejemplo, la creación de modelos de elevación a partir de los mosaicos fotográficos generados por el drone, nos ayuda a reconstruir los planos arquitectónicos de los asentamientos del pasado, cuya distinción sería mucho más difícil trabajando solamente con la evidencia que se preserva en superficie.
Ejemplos de modelos de elevación para distinguir arquitectura:
Entre otras aplicaciones, la obtención de fotografías aéreas de un sitio arqueológico desde múltiples ángulos, nos permite además generar modelos tridimensionales. Esto es básicamente una reconstrucción virtual de la arquitectura y relieve del lugar, la cual se puede rotar y visualizar desde cualquier punto. Así, esta técnica no sólo tiene un potencial relevante de investigación, sino que también puede entregar un contenido de difusión patrimonial a la comunidad, al ser una forma intuitiva de ver un sitio arqueológico, siendo además accesible a todo público de modo virtual. Para finalizar, les presento un modelo 3D del sitio incaico La Puerta, ubicado en la cuenca alta del valle de Copiapó:
La Puerta by fcogarrido on Sketchfab