Bochones paleontológicos en Caldera
Durante la semana del 1 al 5 de junio de 2015, el Área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural está siendo parte de un equipo interdisciplinario que busca determinar el estado de conservación de los esqueletos de ballenas fósiles hallados en la localidad de Cerro Ballena, Caldera (Región de Atacama), en el año 2012. Estos materiales se encuentran depositados en el Museo Paleontológico de Caldera desde ese año en férulas y contenedores de yeso, por lo que se hace necesario establecer en qué estado de conservación se encuentran estos materiales.
Este proyecto es respaldado por el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR) y fue organizado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) a partir de una solicitud de apoyo por parte del Museo Paleontológico de Caldera presentada al CMN el año pasado. Estos trabajos permitirán generar los estándares necesarios para la futura preparación y exhibición de estos materiales para la comunidad. El trabajo consta de realizar preparaciones, es decir, separación de los fósiles de la matriz rocosa, en pequeños sectores de contenedores de yeso seleccionados según un criterio consensuado por el equipo. Al llegar al hueso fosilizado, se puede determinar en qué estado se encuentra éste y se pueden tomar datos tales como la humedad y el pH. En el caso de la humedad, es sabido que esta interactúa con el nitrato de celulosa, material que fue utilizado en la consolidación de estos fósiles. Por otro lado, las mediciones de pH podrán establecer si el consolidante utilizado interactuó acidificando los materiales fósiles.
Los resultados de este estudio se presentarán en las comisiones respectivas, y eventualmente estarán disponibles en el Consejo de Monumentos Nacionales. Este tipo de interacciones contribuyen a la puesta en valor del patrimonio paleontológico y estrechan los lazos de cooperación entre instituciones.
Hasta el momento, lo que hemos observado en la preparación de ciertos materiales, es que estos fósiles se encontrarían en buen estado de preservación. Esta información será crucial para que el Museo Paleontológico de Caldera planifique los siguientes pasos para la puesta en valor de estas piezas.