Conociendo un poco más el DEC MNHN
El pasado 1 de diciembre, en el Museo Nacional de Historia Natural, se dieron a conocer los ganadores del concurso que eligió un anteproyecto para el Depósito Externo de Colecciones del Museo Nacional de Historia Natural (DEC-MNHN). El certamen -principal proyecto de la Planificación Estratégica 2016-2020 del MNHN- es el primer paso para comenzar a habilitar los tres hangares de los cuales nuestro museo dispone en el ex aeródromo Los Cerrillos (actual Ciudad Parque Bicentenario), los cuales fueron cedidos en comodato a la DIBAM y nuestra institución por el SERVIU Metropolitano. Un terreno que supera las tres hectáreas de extensión y que albergará el recinto que servirá para alojar las colecciones que hoy alberga el edificio histórico de la Quinta Normal, cuya capacidad para guardar está cerca del límite, y, además, requiere reparaciones que permitan rehabilitarlo por completo, para que vuelva al estado previo al terremoto del 27 de febrero de 2010.
La convocatoria al concurso comenzó en el mes de septiembre y buscó elegir al anteproyecto que mejor se ajustara a las necesidades de la iniciativa, que eran múltiples y tocan más de un ámbito. Esto porque es necesario organizar un recinto que tiene un carácter científico (de investigación y documental), pero además público y de exhibciones, es decir, que tenga una conexión con la comunidad, por lo tanto -y dada su envergadura-, ser protagonista en el paisaje de la ciudad de Santiago, entregando a la capital infraestructura en la que se hará ciencia y también se compartirá esa ciencia con la comunidad. Gonzalo Valderrama, Arquitecto de la Unidad de Infraestructura de la DIBAM y uno de los organizadores del concurso, resalta la importancia de este proyecto, del cual él es director: «El proyecto del Depósito Externo de Colecciones recoge un largo anhelo para el mundo científico y para los visitantes que demandan más y mejores espacios en el MNHN. El DEC-MNHN es importante en dos sentidos, primero construir, con estándares internacionales, un deposito para conservar, así como para poner a disposición de los científicos de hoy y del futuro, las valiosas colecciones del MNHN. El segundo factor de importancia es poner en valor nuestro patrimonio arquitectónico aeronáutico, como son los hangares del ex aeródromo de Cerrillos, habilitándolos para una función de interés nacional y de acceso público, como es la generación de conocimiento».
Un depósito para el bicentenario
El año 2030 marcará los dos siglos de fundación del Museo Nacional de Historia Natural, dos siglos desde que el naturalista francés Claudio Gay tomó el encargo del gobierno de la época que, entre otras cosas, comisionaba al galo a «fundar un gabinete de historia natural». Para esa fecha, la institución quiere llegar como un museo de clase mundial, lo que conlleva habilitar un edificio, con estándares internacionales, para resguardar las colecciones del MNHN, que ascienden a más de un millón de objetos. Este resguardo permitirá no sólo conservar las piezas, también permitirá que los científicos del futuro puedan acceder a ellas en una condición óptima para la investigación.
Por lo anterior, las expectativas en los anteproyectos que partciparan en el concurso eran altas. Fueron más de 20 las propuestas participantes, las cuales satisficieron las esperanzas de los organizadores respecto de la calidad de los trabajos. Misma impresión se llevaron los jurados del concurso, entre los cuales sobresale el arquitecto Juan Sabbagh, Premio Nacional de Arquitectura 2002, pero también estaban Loredana Rosso, directora del Museo de Historia Natural de Valparaíso, y Alan Trampe, Subdirector Nacional de Museos, entre otras personalidades, representando a instituciones como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Colegio de Arquitectos de Chile.
El ganador y su propuesta
Elegir a un ganador no fue fácil. Los proyectos que llegaron fueron, según los jurados, de una gran calidad. Esto se reflejó en que casi todos lograron entender el encargo y traducir esos requerimientos en un anteproyecto. Finalmente se distinguieron tres menciones honrosas y tres ganadores. El proyecto que se llevó el primer puesto fue el que presentaron los arquitectos Osvaldo Spichiger, Pamela Jarpa y Daniela Jarpa, de la oficina Jarpa Spichiger Arquitectura, quienes se agenciaron los 25 millones de pesos destinados como premio al primer lugar. Estos profesionales ya han sido distinguidos en certámenes como el DEC-MNHN, como ocurrió en 2016, cuando Pamela Jarpa y Osvaldo Spichiger fueron parte del equipo triunfador para remodelar espacios públicos en Farellones, un proyecto del FONDART y la Municipalidad de Lo Barnechea.
En esta ocasión, lo que permitió que este equipo se impusiera a los demás en una cerrada competencia fue, en palabras del Premio Nacional de Arquitectura Juan Sabbagh, haber logrado «el equilibrio de todas sus virtudes, entendió la problemática del proyecto, que albergará depósitos, junto a una autopista y a un gran conjunto habitacional. Es también un proyecto muy sensato, exacto con lo pedido y con una muy bella propuesta de arquitectura».
¿En qué consistió la propuesta?, los arquitectos presentaron «un edificio lineal, que a la manera de una cinta une los hangares preexistentes, dejando dos patios intersticiales entre ellos y habilitando un segundo nivel para los programas de laboratorios y oficinas». La propuesta considera una combinación de características, donde las áreas públicas (patios y espacios de exhibición) logran una transición con los espacios privados (depósitos y laboratorios). Asimismo, el espíritu es respetar la geometría del recinto, esto es, mantener la forma de los hangares para no perder esa identidad y no arriesgar el reconocimiento que tiene la comunidad de estos edificios, distintivos del patrimonio aeronáutico de nuestra capital.
Ningún detalle fue descuidado en el anteproyecto triunfador. Uno de esos aspectos es el verde. Los arquitectos consideraron la plantación de árboles y pastos, pero también se conservarán árboles que ya estaban presentes en el recinto aeronáutico, como cedros. En los patios interiores se considera plantar especies nativas como quillayes, bellotos del norte, huinganes y quebrachos, en contraste con ginkgos. Además los arquitectos proponen la habilitación de «un parque programático con zona de excavaciones arqueológicas y paleontológicas acotada, senderos interpretativos de flora nativa y un pequeño jardín botánico filogenético». Los árboles ubicados en los patios jugarán, asimismo, un rol de regulador de temperatura del edificio.
En cuanto a la intervención, la oficina Jarpa Spichiger Arquitectura determinó que los hangares serán intervenidos en su cubierta. Bajo ésta estará una estructura de hormigón armado. Además, para cumplir los propósitos de depósito, se habilitará un sistema de almacenaje en altura, para optimizar espacios, junto con un subterráneo (donde irán los objetos más voluminosos de nuestras colecciones) y una losa. Como las colecciones del museo seguirán creciendo con el tiempo, el DEC podrá crecer con módulos nuevos que aumenten su capacidad de almacenaje, aplicando un sistema metálico tipo mecano, con pernos en uniones entre pilares y vigas.
Claudio Gómez, director del MNHN, también se mostró muy satisfecho con el desenlace de este proceso.«El proyecto ganador resuelve con elegancia, discreción y visión lo que queríamos. Los beneficios de este proyecto no son solamente para nosotros como custodios del patrimonio, sino que también para el país y las generaciones futuras», detalló Gómez en la ceremonia de premiación del concurso DEC-MNHN, quien también valora este anteproyecto como la primera etapa del camino que llevará al MNHN a ser un museo de clase mundial para el año 2030.
El futuro del DEC ahora comprende la materialización de este bello anteproyecto de diseño, que hoy vive en renders y dibujos en papel, pero que esperamos sea algo palpable en el futuro, para lograr que el Museo Nacional de Historia Natural, el más visitado de Chile, sea el museo de clase mundial que el país merece.