Conus: la solución a graves enfermedades que afectan a los humanos puede estar en estos caracoles
Los caracoles del género Conus representan alrededor de 700 especies distribuidas por todo el mundo, éstos surgieron hace unos 50 millones de años. Generalmente habitan en arrecifes coralinos en zonas donde el sustrato puede ser rocoso o arenoso, sin embargo existen especies que habitan a profundidades sobre los 400 metros.
Una 100 especies de estos moluscos han sido considerados como animales muy peligrosos dado que su potente veneno actúa sobre el sistema nervioso y muscular de sus presas, las que quedan paralizadas casi instantáneamente, existen varios registros de muertes en humanos producidas por picaduras de Conus geographus que habita en el Indo-Pacífico.
Esta potente toxina ha despertado por años el interés de investigadores, estudios recientes han demostrado que este veneno formado por alrededor de 20 a 200 pequeñas proteínas llamadas conotoxinas, varian su composición de una especia a otra.
Algunos de estos compuestos han demostrado ser tremendamente efectivos en el control del dolor, representando una alternativa a los actuales fármacos derivados del opio como la morfina usada para tratamientos postoperatorios, dolor crónico, pacientes oncológicos, entre otros.
En el año 2004 la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el primer anestésico producido a partir de una versión sintética de estas conotoxinas conocida como CTX MVIIA, producida por el caracol Conus magnus, la que demostró ser 1000 veces más potente que la morfina y actúa selectivamente bloqueando los canales del calcio, desactivando los nervios que transmiten el dolor.
Actualmente estas conotoxinas están siendo investigadas en el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, Parkinson, y epilepsia.