Difícil amorío en ocho patas
Después de haber alcanzado la madurez sexual, las arañas macho abandonan los hábitos de producir seda, tejer redes y cazar presas, dedicándose por completo a la búsqueda de una hembra. Para una araña macho, la búsqueda de pareja y el apareamiento no resultan fáciles, sobre todo considerando que su potencial compañera es con frecuencia más grande y peligrosa. La mayoría de las arañas tienen una visión pobre, y las hembras en particular atacan y matan a las pequeñas arañas que se les acercan, aunque sean individuos de la misma especie.
Una vez localizada la hembra, el macho corre el peligro de ser atacado al ser confundido con una presa. De este modo, para sobrevivir, el macho desarrolla un cortejo distintivo para ser reconocido por la hembra. El cortejo también es una señal para la hembra de que el macho está maduro y listo para el apareamiento.
El nivel de complejidad del cortejo dependerá del grupo de arañas del que se trate. En ciertas familias como Thomisidae ("arañas cangrejo") y Clubionidae ("arañas del follaje"), entre otras, los machos exhiben comportamientos sencillos que involucran el acercamiento a la hembra y la cópula. En otras familias, como Lycosidae ("arañas lobo") y Araneidae ("arañas de redes orbiculares"), los machos responden a las feromonas de las hembras con vibraciones del cuerpo o sus apéndices sobre las telas de éstas. Finalmente, los cortejos más elaborados incluyen señales visuales, como en los Salticidae ("arañas saltonas").
Antes de que el macho esté listo para aparearse, teje una pequeña hoja de seda y deposita sobre ella una gota de esperma desde su poro genital situado bajo el abdomen. Luego, recoge el esperma con sus pedipalpos, apéndices bucales que en las arañas macho están especialmente modificados para almacenar el fluido seminal. De hecho, puede conocerse el sexo de una araña examinando sus pedipalpos (en los machos son abultados en el ápice).
Una vez que el macho se ha acercado suficientemente a la hembra, inserta una porción del pedipalpo en el poro genital de ésta (epigynum) y el esperma es depositado y almacenado en la espermateca, una bolsa acondicionada para este fin. La cópula puede durar desde pocos segundos a algunos minutos. La hembra puede mantener almacenado el esperma por largos períodos hasta la fertilización de los huevos. Los machos usualmente mueren después de haberse apareado, mientras que otros son comidos por sus compañeras reproductivas, asegurando así la supervivencia de la futura prole.
HAWKESWOOD, T. J. 2003. Spiders of Australia: An Introduction to their Classification, Biology and Distribution.
PENSOFT Publishers, Bulgaria. 260 pp.
FOELIX, R. F. 1996. Biología of Spiders. Second Edition. Oxoford University Press, New York, USA. 280 pp.