El mimbre
Salix viminalis L. «bimbral, bimbre, blima, mimbra, mimbre, mimbre blanca, mimbre común, mimbre dorao, mimbre francés, mimbrera, mimbrera blanca, mimbrera macho, mimbrera verde, mimbre real, mimbrero, mimbrón, piojera, salguera blanca, sarga, sarga de jaulas, sauce mimbre, sauce mimbrero, sauce mimbrón, vimbre». La diversidad de nombres comunes es respuesta al amplio uso en el mundo de esta especie de planta.
Salix viminalis fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 1021, en el año 1753. Salix es el nombre en latín para el sauce y viminalis es la palabra en latín que significa «tallos largos y delgados».
Originaria de Europa y Asia, se reconoce como introducida en España. En Chile debe haber sido introducida casi inmediatamente con la llegada de los colonizadores por su amplia distribución, la que ha logrado naturalizándose en terrenos con exceso de agua. Es fácil encontrarla a orillas de canales o ríos, desde la Región Metropolitana hacia el sur a la Región de Magallanes. Es parte del paisaje, pero menos evidente que el álamo y el sauce llorón, de los que esta emparentado.
Es un arbusto grande que puede alcanzar 10 metros con ramas muy largas angostas y flexibles con corteza lisa y fácil de extraer, es una especie con hoja caduca, está en otoño e invierno sin hojas, momento adecuado para cosechar con fines artesanales.
El mimbre se ha distribuido por el mundo a través del ser humano, como una especie necesaria para el desarrollo de su cultura, esto puesto que es una especie muy útil para hacer gran diversidad de utensilios, desde canastos de múltiples tamaños y formas, muebles, decoraciones etcétera. El mimbre se encuentra presente en la historia de la humanidad desde muy temprano. Por ejemplo, fue ampliamente cultivado en Roma por su ductilidad en la fabricación de recipientes diversos.
En Chile algunas personas mayores tal vez se recuerdan de haber tenido una cuna de mimbre, o de algún secador de ropa sobre un brasero en una casa de campo o un canasto para recoger los huevos del gallinero, y también un varillazo en las piernas con una vara de mimbre, con el nombre mamá grabado, el que te dejaba un roncha roja por mucho rato. Recuerdo que cuando niña mi madre tenía unos canastos de mimbre cuadrados con tapa, en los que trasladaba gallinas y pollos. El canasto de la ropa sucia también era cuadrado y alto, y era mi lugar favorito para ocultarme cuando jugábamos a las escondidas. Recuerdo también haber visto rumas de estos canastos en el tren. En el campo esta especie se usa como corta viento, puesto que crece muy rápido.
En Chile el mimbre está ligado completamente a Chimbarongo, ciudad de la provincia de Colchagua. Si uno escucha la palabra «mimbre» piensa en Chimbarongo y si escucha Chimbarongo, piensa en mimbre. Este pueblo de la región de O'Higgins es conocido nacional e internacionalmente debido a la fama alcanzada debido a su artesanía en mimbre, además que a nivel mundial el uso de esta especie ha bajado mucho. Igualmente es trabajado en otros lugares de Chile, pero sin la notoriedad de Chimbarongo.
El origen de este centro artesanal al parecer comienza con la necesidad de mujeres y hombres de fabricar cestos para trasladar fruta y productos agrícolas. También se confeccionaban sillas, pisos y chupallas, los que en un principio usaban el mimbre que se encontraba abundantemente naturalizado en el lugar. Luego este quehacer se transforma en una actividad comercial para una familia y luego para otras, en donde están involucrados todos los miembros, hasta que se convirtió en lo que es hoy. El trabajo con mimbre en Chimbarongo se remonta a más de cien años.
Desde hace tiempo el mimbre en el principal recurso de la zona, en donde se cultivan muchas hectáreas para este comercio. Luego de la cosecha, el mimbre se limpia, se prepara y es vendido a los artesanos. Este trabajo se debe promover y valorar debido a que hoy en día hay menos países en el mundo que se dedican al cultivo y trabajo en mimbre.
Le hemos dado mucho espacio al plástico. Tratemos de cambiar un poco y comprar más cosas realizadas con fibras naturales y así potenciar la artesanía tradicional.