El Plátano oriental ya está en otoño en Santiago
No ha terminado el verano y ya nos estamos quedando sin hojas en las calles de Santiago. La mayoría tienen hojas desde amarillo a café, están dejando de hacer fotosíntesis, y quedaran desnudos.
Este tipo de árbol se denomina comúnmente en Chile «plátano oriental». Sin embargo, no es la especie Platanus orientalis, lo que tenemos en Chile es el híbrido entre el Platanus orientalis y el Platanus occidentalis. Este híbrido tiene varios sinónimos: Platanus x hispánica, Platanus acerifolia, Platanus hibrido, entre otras denominaciones.
Las municipalidades han ido transformado las calles de Santiago prácticamente en una plantacion monoespecífica con “plátano oriental”. Ésta especie poliniza a través del viento, razón por la cual produce una excesiva cantidad de polen. Tanto así que, cuando llega la primavera, durante el mes de septiembre, respiramos casi exclusivamente el polen de esta especie. Las concentraciones de polen en el ambiento son exageradas, y la consecuencia más grave de esta altísima concentración es la «explosión» de las alergias de primavera. Las personas que viven en la ciudad de Santiago comienzan a padecer la alergia del plátano oriental y después continúan sufriendo con aquéllas causadas por el polen de otras especies.
Escuché en una entrevista a una persona que que decía que el polen de este árbol es menos alergénico que el del pasto. Eso es cierto, no obstante, los pólenes de pasto no superan los 60 granos de polen por metro cúbico en su peak máximo, mientras que el plátano alcanza los 3500 granos de polen por metro cúbico, siendo éste el centro del problema. La floración del pasto es manejable, sólo se debe mantener cortado el césped, pero ¿cómo se podría manejar la floración del plátano oriental si éste no se poda?
Varias publicaciones señalan que la especie de Platanus presente en Chile tiene alta producción de polen y que estos generan polinosis durante el mes de septiembre. Sin embargo, he visto que algunos ejemplares en Avenida Italia, comuna de Providencia, tienen una floración muy temprana en junio, alargando la presencia de polen en la atmosfera de Santiago.
Entonces cuesta entender a las personas que dicen que «se le tiene mala» a este «pobre árbol», y agregan que lo de la alergia que produce su polen «no es tal». Creo que las personas que les gusta tanto debieran plantarlo en su casa.
Este platano oriental (platanus x hispánica) en otros países (sobre todo en España) es podado y en la poda se le da forma, manteniéndolo, además, de un tamaño manejable. En cambio, en Chile sólo en la ciudad de Viña del Mar he atestiguado la podar del plátano oriental. Otras ciudades podrían hacer lo mismo, pero apuntando a cortar las ramas que florecen, para disminuir la producción de granos de polen.
A no confundirse: el plátano oriental es un árbol hermoso, pero sólo por algunos meses, no más de cuatro. Esta corta duración de las hojas verdes de este árbol es otro problema, e incluso creo que es peor que tener polen alergénico. El plátano oriental no tiene hojas en otoño, invierno y parte de primavera, es decir pasa hasta 8 meses -más de tres cuartos del año- sin hojas, con sus ramas desnudas. Y si consideramos que en la mayor parte del área urbana predomina esta especie de árbol, pasamos el contaminado y frio invierno sin arboles activos, sin hojas que limpien el aire, sin hojas que ayuden a la descontaminación. Este problema se agrava todavía más porque las otras muchas especies de árboles que nos acompañan también botan las hojas en otoño. En consecuencia, tenemos un invierno totalmente deshojado, especialmente en las calles. Dentro de las especies que también pierden sus hojas en invierno están el arce, fresno, melia, falso acacio, styphnolobium, álamo, tilo, ceibo, ginkgo, liquidámbar, ciruelos, ailantos, entre otros.
Con todo, hay lugares en los que se están hacienco las cosas bien. Por ejmplo, en el Parque Quinta Normal y otros parques se han matizado las especies perennes con especies caducifolias. Esta medida es la que debe replicarse en las calles.
Debemos fomentar la propagación de los árboles nativos con hoja perenne en conjunto con otros exóticos que tengan flores para que bajemos la producción de polen en primavera y tener arboles activos en invierno.
En Santiago hay unas cuentas alternativas: peumos, bellotos, quillayes, maitenes, palmas chilenas, pataguas, y eso sólo por nombrar unas pocas.
Es imperativo reverdecer las ciudades en invierno para ayudar a descontaminar, disminuir las alergias y mejorar el paisaje urbano con árboles nativos del área fitogeográfica en la que esté inserta cada ciudad, ésa mi recomendación.