El Reino de los Hongos se toma el verano de Valdivia
La llamada Carpa de la Ciencia en Valdivia es un espacio que no se condice mucho con su nombre. Esto porque un recinto que suena circense, y por ende algo precario, es, en realidad, un espacio moderno, iluminado y sólido que el Centro de Estudios Científicos (CECs) ha habilitado para sus muestras y eventos. Ya en el 2014, este completo recinto alojó una de las tantas itinerancias que ha experimentado la muestra «Gonfoterios, del imaginario a la ciencia» (por estos días en Puerto Montt). Hoy le abre sus puertas a los hongos viajeros, en una exhibición que se ha materializado en la capital de la región de Los Ríos gracias al esfuerzo del Museo Nacional de Historia Natural, la Fundación Fungi y el Centro de Estudios Científicos.
Tal como en el caso de la exhibición santiaguina, esta itinerancia valdiviana de «Hongos» tiene un objetivo claro: el dar a conocer y poner en valor un Reino casi desconocido en la naturaleza. Este desconocimiento provoca malos entendidos tales como la creencia de que los hongos pertenecen al Reino vegetal, lo que no es el caso. Pocos sospechan que los hongos son seres tan diversos que constituyen su propio reino. Esta muestra, por lo tanto, quiere romper con aquella creencia errada.
Valdivia tiene hongos
El 11 de diciembre de 2015 fue la fecha pactada para darle luz verde a esta exhibición. La ocasión ya prometía ser especial, puesto que el director del Centro de Estudios Científicos, el físico teórico Claudio Bunster, pidió asistir a la inauguración e intervenir en la ceremonia con algunas palabras. Lo anterior, que no debiera extrañar, dado que Bunster dirige el CECs y el podio le corresponde, como dueño de casa, por derecho propio, si tenía un cariz particular, puesto que según Alexis Rebolledo, Editor Científico y Curador del CECs, Bunster es una persona que cultiva un bajo perfil, por lo que su participación en eventos públicos podían ser contados con los dedos de una mano. Con todo, había una poderosa razón por la cual Claudio Bunster quiso participar, una razón firme ligada a la infancia del físico.
En la ceremonia, en la cual intervinieron Giuliana Furci, directora ejecutiva de la Fundación Fungi, y Cristian Becker, Curador Jefe y Jefe Científico del MNHN. Giuliana, tal como lo hizo en la apertura de la muestra en Santiago, subrayó lo esenciales que son los hongos para nuestra vida diaria. Están presentes en alimentos tan cotidianos como el pan. Así de fundamentales son. Además, Giuliana aprovechó de transmitir otro mensaje que ha desparramado por todos lados, y es casi un leitmotiv de su trabajo: «Valer hongo está bien».
Cristian Becker del MNHN, por su parte, puso énfasis en que el Museo Nacional de Historia Natural es un museo «nacional». Es decir, el museo y labor deben trascender las paredes del hermoso edificio ubicado en la Quinta Normal, y llegar a todos los rincones del país, por eso, la presencia de esta exposición en Valdivia obedece a un carácter supremo.
Claudio Bunster intervino finalmente. En sus palabras, dichas con tono calmo y relajado, aprovechó de dilucidar su presencia en la muestra, a través de una historia de infancia. Bunster era vecino de la calle Rosas, cercana al Parque Quinta Normal. Él asistía a este recinto por dos razones específicas: asistir al MNHN, maravillarse con la ballena alojada en el Salón Central y el Niño del cerro El Plomo, y en segundo lugar, para admirar a las liceanas que disfrutaban del ocio en la Quinta. Tras esta simpática remembranza, Bunster destacó la labor conjuinta entre el MNHN, una institución que en 2030 cumplirá 200 años de vida, y el CECs y la Fundación Fungi, entidades que solamente tienen no más de tres décadas de existencia. A pesar de la disparidad de «edades», las tres instituciones trabajaron a la par, sin diferencias.
El cómodo auditorio de la Carpa de la Ciencia estaba lleno de jóvenes estudiantes -futuros científicos, probablemente-, quienes después disfrutaron de todo lo que la muestra les podía ofrecer. Ellos serán los primeros de muchos que, idealmente, visitarán la exposición que, por estar vigente hasta fines de febrero, será un panorama para los veraneantes que visiten Valdivia, así como para todas las comunidades vecinas a la capital de Los Ríos. Todos ellos, sin excepción, tendrán la oportunidad de descubrir un Reino natural que es parte de nuestras vidas cotidianas, y muchas veces sin darnos cuenta de ello.
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