En memoria de Alberto Carvacho Bravo (1935-2017)
El 28 de junio es un día doloroso para el MNHN, puesto que siempre es triste cuando un integrante de la vasta familia del museo deja este mundo. En esta ocasión, quien ya no está más con nosotros es Alberto Carvacho Bravo, quien fue director de nuestra institución entre los años 1996 y 1999. Ingeniero Agrónomo de profesión, don Alberto era también Doctor en Ciencias de la Universidad Pierre et Marie Curie (Paris VI) de Francia, investigador y docente de la Universidad de Chile y autor de casi una cincuentena de artículos científicos, los cuales, sumados a las decenas de presentaciones realizadas en Chile y en el extranjero, dotaron al Doctor Carvacho de un bagaje que lo encumbró a lugares destacados del quehacer científico nacional. Así llegó a hacerse cargo de nuestro museo, sucediendo en el cargo a Luis Capurro Soto.
En el Noticiario Mensual n° 326 del MNHN (1996), se incluye un artículo de la periodista y Premio Nacional de Periodismo 1997, Patricia Verdugo. El texto sirve para dar la bienvenida a Carvacho al museo, y también para darnos más señas de su biografía. Verdugo cuenta que cuando niño Alberto Carvacho venía desde Angol a Santiago «al Museo», no había otro para el pequeño Alberto, que se impresionaba con los animales taxidermizados. Luego, mientras estudiaba Agronomía y se desempeñaba como ayudante de la entonces sección de Zoología del museo, tuvo, entre las múltiples tareas, una bastante importante: desempolvar la colección de animales de Carlos E. Porter, tal vez una de las eminencias más sobresalientes de la ciencia chilena del siglo XX. Esa labor le fue encomendada por otro maestro, Nibaldo Bahamonde, Premio Nacional de Ciencias 1996 y quien fue durante más de 30 años Jefe de la Sección de Hidrobiología del MNHN.
Bahamonde fue uno de los mentores de Alberto Carvacho, pero también se cuentan entre quienes lo marcaron, Humberto Maturana y el agrónomo y naturalista estadounidense Dillman Bullock. La huella de Alberto quedó bien impresa en más de un país, desde Francia, donde pasó por el Museo Nacional de Historia Natural de París, y luego las Antillas, Baja California (México) y Cuba, entre otras latitudes. En 1989 retornó a Chile, al sur. Solamente alcanzó a estar unos pocos años en Osorno, cuando recibe el llamado para comandar el MNHN, en enero de 1996. Ocupó la silla de Grete Mostny, Ricardo Latcham y Humberto Fuenzalida hasta julio de 1999. El lazo con el MNHN nunca se cortó, en todo caso, porque era frecuente ver al Doctor Carvacho en actos oficiales o bien como jurado de la Feria Científica Nacional Juvenil.
Uno de los anhelos que tenía Alberto Carvacho era volver al sur de Chile, más específicamente afincarse en Chiloé. Él materializó ese viejo deseo hace algunos años, fijando residencia en Queilen, lugar que será también el del reposo final para este naturalista, querido formador y hombre de ciencias, recordado por su amable disposición, sus valiosas lecciones y su inquebrantable amabilidad, quien dirigió este museo que lo recuerda en esta nota.