El pasado miércoles 2 de marzo, y apenas cumplidos 42 años de edad, dejó de existir este notable historiador chileno, co-autor del artículo «Mapocho Incaico», entre muchas otras obras que alcanzó a producir durante su corta, pero fecunda e iluminadora carrera. Investigué junto a él los últimos dieciocho años y puedo decir que tuve la fortuna de conocerlo en profundidad. En estas líneas quisiera referirme a lo último que Gonzalo estaba estudiando y no alcanzó a terminar.

Gonzalo era un enamorado de la historia y de los documentos coloniales, especialmente los más tempranos, hablo específicamente de aquellos del siglo XVI. Era asombrosa su capacidad para encontrarlos, transcribirlos y sistematizarlos. Se especializó en los títulos de merced de tierras, instrumento jurídico por medio del cual los europeos se apropiaron de las tierras indígenas. Este era un documento emitido por el representante del Rey de España, que daba el nombre vernáculo de la propiedad, sus deslindes (usualmente senderos y acequias indígenas) y, ocasionalmente, el nombre del cacique que ocupó las tierras. De esta forma el título describía un mundo indígena en el mismo momento en que desaparecía para siempre.

Gonzalo logró ubicar la casi totalidad de los primeros títulos de merced de tierras del valle de Aconcagua y del valle del Mapocho. Como el valle de Aconcagua se repartió después del desastre de Curalaba, acaecido en 1599, decidimos estudiar primero el valle del Mapocho, por ser el primero en repartirse. Esto dio origen al artículo «Mapocho Incaico». Gracias a un proyecto FONDECYT, aprobado el 2014, decidimos profundizar los estudios para lo cual dividimos el valle en parte norte, central y sur. Sólo alcanzamos a terminar juntos el artículo «Mapocho Incaico Norte», cuya publicación será una suerte de homenaje póstumo al trabajo de Gonzalo.

Quedaron pendientes los artículos de la parte central y sur del Mapocho y todo el valle de Aconcagua. Los datos duros están disponibles pero la particular interpretación de los documentos que tenía Gonzalo se fue con él. Con Ana Luisa Madinagoitía, historiadora, ayudante de investigación del proyecto FONDECYT y compañera y madre de la hija de Gonzalo, intentaremos terminar estos estudios.

Gonzalo Sotomayor estaba listo para empezar a generar una enorme cantidad de información inédita sobre la historia colonial temprana de Chile central. Su muy prematura partida representa, sin duda, una enorme pérdida para nuestro país.