Expedición Dos Glaciares 2011
Estar en terreno en Patagonia occidental con un clima de lluvia constante es psicológicamente agotador. Los primeros 3 o 5 días disfrutas el paisaje y la tranquilidad. Sin embargo, cuando la lluvia no cesa y debes estar día tras día saliendo con tus implementos de trabajo, tu ración de marcha y tu ropa de terreno, que ya no es la misma seca y limpia que te pusiste el primer día, comienzas a rogar porque pare un poco la lluvia y puedas secarte un poco. En esos momentos recuerdo la clásica frase de algunos de mis compañeros de expedición: "...en Patagonia no hay Goretex que aguante". Sin embargo, cuando la sensación de humedad te supera, el saco de dormir se transforma en el mejor refugio. Me mantuvo abrigado incluso húmedo cuando el agua del suelo y de la carpa llegó a él y solo durante un rato a los 450msnm en la zona periglaciar del glaciar Pio XI, sentí algo de frio en mi espalda producto de la humedad y temperatura del suelo
Durante la expedición "Dos Glaciares" pudimos recolectar material de musgos, hepáticas, antocerotes, helechos, líquenes, hongos, algas aéreas y plantas con flores de la familia Asteraceae para ser ingresados al Herbario Nacional (SGO) del Museo Nacional de Historia Natural. Por lo demás y ligado a esto, elaboramos las primeras parcelas de muestreo permanente para conocer la composición florística de las comunidades que habitan el suelo (terrícolas) en dos gradientes altitudinales.
Al mismo tiempo tuvimos la posibilidad de observar in situ lo que señalan gran parte de los trabajos publicados sobre el cambio de los glaciares que conforman el Campos de Hielo Patagónico Sur (CHPS). Por ejemplo, el frente del Glaciar Jorge Montt retrocede tan rápido que durante nuestros discretos 14 días de permanencia allí pudimos observar un retroceso de varios metros y presenciar desprendimientos casi todos los días. Sin embargo y paradójicamente el frente del glaciar Pío XI se mantiene estable y con poco aporte de témpanos al fiordo Exmounth. Ambas dinámicas glaciares son intrigantes y quizás podamos al corto plazo aprovechar este escenario y las "plantas" que allí viven como modelo de estudio para comprender esta dinámica de cambios y sus implicancias ecológicas, biogeográficas y evolutivas
Luego de nuestro regreso a la capital y durante la etapa de análisis del trabajo de terreno, mi mente se llena de imágenes que me hacen una vez más reflexionar sobre lo inhóspito que es la Patagonia Occidental para el ser humano, pero que históricamente ha sido hábitat de nuestros pueblos originarios que hoy se extinguen. Por otra parte los bosques de la Patagonia austral aún permanecen prístinos e inexplorados en gran parte de su extensión, lo cual representa junto con los glaciares, un paisaje único y que debiéramos incluir más en nuestra memoria colectiva nacional. Es un territorio bastante postergado y es momento de incorporar a nuestro horizonte cultural, ya sea desde el punto de vista turístico, científico o cultural.