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¡Feliz Navidad, Grete Mostny! (de su amigo Francisco Cornely)

Los buenos deseos de fin de año tienen historia:

¡Feliz Navidad, Grete Mostny! (de su amigo Francisco Cornely)

Publicado el 27/12/2017
Tarjeta navideña (reverso) de Francisco Cornely a Grete Mostny. (Archivo Histórico Administrativo MNHN).
Tarjeta navideña (reverso) de Francisco Cornely a Grete Mostny. (Archivo Histórico Administrativo MNHN).
Francisco Garrido, Curador del Área de Antropología de nuestro museo, desempolvó de nuestros archivos una tarjeta navideña que el arqueólogo y fundador del Museo Arqueológico de La Serena, Francisco Cornely, le envió a Grete Mostny, arqueóloga del MNHN. Ayer era un saludo entre colegas y funcionarios públicos, que hoy son recordados como eminencias de la arqueología chilena.

El 23 de diciembre de 1952, Francisco Cornely, director y fundador del Museo arqueológico de La Serena, recordó a su amiga Grete Mostny, quien trabajaba en la sección de antropología del Museo Nacional de Historia Natural. Considerando la fecha, Cornely decidió enviarle una bonita tarjeta postal con un saludo de navidad y deseando un próspero año nuevo para 1953. Por supuesto, como ambos eran arqueólogos, que mejor que enviar una tarjeta que ilustrase una llamativa muestra de cerámica incaica de la colección del museo de La Serena.


En una época en que la arqueología aún no era una disciplina con formación profesional en el país, los únicos arqueólogos eran personas que estudiaron en el extranjero, o bien, aficionados que a través del esfuerzo personal y la autoeducación lograron convertirse en grandes investigadores. Grete Mostny y Francisco Cornely representan ambos mundos, en donde la primera tuvo estudios universitarios de arqueología en Austria y Bélgica, mientras que el segundo fue un arqueólogo producto de su autoformación. Los dos llegaron desde Europa a distintas edades, pero fue en Chile donde desarrollaron sus carreras profesionales y fueron capaces de lograr grandes avances y descubrimientos. Francisco Cornely fue el descubridor de la cultura El Molle, y además realizó importantes investigaciones acerca de la Cultura Diaguita y sus estilos cerámicos. Por su parte, Grete Mostny desarrolló importantes trabajos arqueológicos en aldeas atacameñas prehispánicas, además de saltar a la fama gracias a su esfuerzo en conservar y estudiar el cuerpo del niño del cerro El Plomo.

La correspondencia y las relaciones sociales fueron parte importante del avance de la disciplina arqueológica, en una época donde los medios de comunicación modernos como el internet no existían. Las publicaciones actualizadas llegaban tarde a Chile y no era fácil obtenerlas. Por ello, el intercambio de ideas y publicaciones entre colegas era un modo importante de mantenerse actualizado, y así podemos ver también que en aquella tarjeta de saludo, Cornely hace referencia al envío del artículo “Una tumba de Chiu Chiu”, con el cual Mostny le había compartido novedades sobre sus últimas investigaciones. Ambos incluso trabajaron juntos en excavaciones arqueológicas, como aquella del hasta hoy famoso sitio Diaguita “El Olivar” en La Serena. Quizá el hecho de compartir una identidad europea también ayudó en parte en consolidar su amistad. De hecho, no es extraño que en sus cartas utilizasen de vez en cuando algunas frases en alemán, tal como podemos vez en esta tarjeta de saludo para la navidad y año nuevo 1957.

Grete Mostny no sólo compartió correspondencia con Cornely, sino que con muchos otros investigadores con los cuales también desarrolló una fructífera amistad, generando una comunidad científica. En dicha época fundacional, la sociabilidad entre investigadores fue tan importante como sus investigaciones, lo cual los llevó a generar una comunidad de debate de ideas, y así avanzar en el conocimiento de nuestra historia prehispánica nacional.

¡Que tengan un muy feliz año nuevo 2018!