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La “chonta”, usos de su madera, yema y fruto

Nota Área de Botánica:

La “chonta”, usos de su madera, yema y fruto

Publicado el 28/04/2025
Paisaje en donde crece chonta in situ foto Diego Penneckamp
Paisaje en donde crece chonta, in situ, Juan Fernández. (Foto: Diego Penneckamp).
Gloria Rojas, del Área de Botánica del MNHN, nos aporta una nota sobre la palmera 𝘑𝘶𝘢𝘯𝘪𝘢 𝘢𝘶𝘴𝘵𝘳𝘢𝘭𝘪𝘴 (Mart.) Drude ex Hook, más conocida como “chonta”. Un árbol hermoso y versátil y que solamente se encuentra en la isla de Juan Fernández.

Esta palmera solo crece en la Isla Robinson Crusoe, es monotípica, porque es la única especie del genero Juania, que lleva este nombre en honor al descubridor de las islas en 1574, el explorador y navegante español Juan Fernández, y razón por la que el archipiélago adquiere esta nominación, Archipiélago de Juan Fernandez.

La “chonta de Juan Fernández” es un árbol de hasta 15 m de alto por un diámetro máximo de 60 cm. Tronco erecto, corteza verde, su periferia tiene una capa leñosa muy dura y cubierta de cicatrices foliares. Sus hojas están agrupadas en el extremo superior del tronco y son de forma pinada. La inflorescencia es racimosa, péndula, envuelta en espatas persistentes, verdes, fibrosas, que se tornan de color café. Posee inflorescencia masculina y femenina, separadas en individuos diferentes. El fruto es una drupa globosa, monosperma, rojo – anaranjado en la madurez, comestible.

chonta in situ foto Diego Penneckamp
La chonta, in situ. (Foto: Diego Penneckamp).

Existen referencias de su uso tanto en la literatura científica y de viajeros del s. XIX. Igualmente, este árbol tiene una interesante conexión literaria.

 

Según Johow (1896), en la Isla Robinson Crusoe, su madera era utilizada en forma de tablas para elaborar bastones, muebles, partes de viviendas y utensilios.  El autor señaló que “Como lo saben muy bien los habitantes de la isla, sirven para este objeto únicamente los ejemplares que crecen en las rocas peladas y relativamente áridas, porque solo en éstos se desarrolla y endurece suficientemente la capa leñosa que forma la periferia del tronco y que, es la única parte que puede utilizarse”, como madera. Igualmente señala “Es verdad que el número de estos ejemplares ya era bastante reducido al tiempo de dictarse el decreto de prohibición de corta” (alrededor de 1886).

hoja de chonta cultivo JBV Foto Gloria Rojas
Hoja de chonta en cultivo en el Jardín Botánico de Viña del Mar. (Foto: Gloria Rojas).

La chonta también fue valorada como alimento. Continúa Johow en su descripción de los usos de este árbol: “En cambio, los ejemplares jóvenes que tienen ya un pequeño tronco, pero no han producido todavía flores y frutos, son muy expuestos a la destrucción por su yema o palmito que suministra una excelente comida, teniendo gusto a nueces o almendras. Al efecto, los isleños cortan todos los años un considerable número de chontas, sin que exista la posibilidad de impedir tal abuso”.

En una interesante y anecdótica deducción, Johow dice que “entre los años 1704- 1709, en que Alejandro Selkirk (el Robinson Crusoe de la novela de Defoe) moraba en la isla, la palmera era bastante común, pues suministraba al famoso solitario una parte importante de su alimento. Para hacernos una idea de la abundancia de chonta en la isla, podemos señalar que, a pesar de este consumo que debe haber sido bastante intenso (suponiéndose que solo una vez por semana se proporcionaba aquel comestible, Selkirk tuvo que cortar, durante los cuatro años y cuatro meses de su estadía en la isla, no menos de 225 palmas, diez años después, el árbol seguía siendo tan abundante que también el pirata Shelvock,junto con toda la tripulación de su buque, pudo alimentarse durante varios meses de la col de palma o palmito”. Igualmente, los frutos se pueden comer en grandes cantidades, tanto por parte de humanos como de animales.

 

Según Johow (1896) fueron los ejemplares adultos de chonta que no fueron cortados, porque crecían a la sombra o entre el bosque, y no tenían la corteza dura, ni eran buenos para sacar el palmito, los que permitieron conservar la especie de su total extinción.

Hoy en día está amenazada por la pérdida y degradación del hábitat, por procesos erosivos y deslizamientos de terreno, desecación del suelo y a la competencia con invasoras, tales como: zarzamora (Rubus ulmifolius), maqui (Aristotelia chilensis), murtilla (Ugni molinae). De igual modo, la presencia de cabras, ratas y conejos, contribuyen a su disminución por ser parte de su alimento, Encontrándose hoy con problemas de conservación y esta categorizada en peligro crítico de extinción.

inflorescencia femenina Foto Diego Penneckamp
Inflorescencia femenina de la chonta. (Foto: Diego Penneckamp).

Por lo anterior, además de las medidas de protección del hábitat, es importante fomentar el cultivo in situ y ex situ de esta especie de palma (cultivo tanto dentro como fuera del islote). Se puede conocer esta especie en el Jardín Botánico de Viña en donde hay ejemplares en diferente estado de desarrollo.