La cultura Chinchorro sale al mundo
La última semana no sólo noticias navideñas y de fin de año han circulado por internet, también hemos visto con agrado una gran difusión de una parte de nuestro proyecto de Fortalecimiento de la Actividad Curatorial del Museo Nacional de Historia Natural 2016, específicamente sobre la tomografía computada realizada a 15 momias Chinchorrro de la colección Max Uhle del MNHN en la Clínica las Condes.
A partir de una nota realizada por El Mercurio donde estuvimos en portada, nos entrevistó la agencia de noticias France Press, y la información se difundió en varios medios de prensa del mundo y en distintos idiomas, sin embargo se hace necesario aclarar algunos puntos, ya que en especial la versión en español presenta algunas imprecisiones y errores.
Como explicaba en la nota anterior la Tomografía Computada (escáner) nos permite analizar el interior de las momias con una técnica no invasiva y gracias a las nuevas tecnologías con una resolución nuca antes vista, en este sentido debemos entenderla como una técnica para obtener imágenes en múltiples planos, que permite explorar las cavidades corporales y crear modelos tridimensionales (3D). Por tanto en ningún caso podemos analizar el ADN o la dieta a través del escáner.
Otra arista de nuestro proyecto involucra el análisis de ADN y de la dieta, a través del Dr. Domingo Salazar-García coinvestigador del proyecto realizaremos dentro del próximo año análisis de ADN en el Departamento de Arqueogenética del Instituto Max Planck para la ciencia de la historia humana (Jena, Alemania), con el fin de reconstruir parte del genoma de los Chinchorro y conocer por ejemplo algunas características físicas (fenotípicas), predisposiciones genéticas a enfermedades, entre otras muchas interrogantes. Además junto al Dr. Salazar-García esperamos realizar análisis de isotopos estables para la reconstrucción química de la dieta en la Universidad de Cape Town.
Por otra parte junto a la Dra. Sepúlveda estamos realizando el estudio de los pigmentos utilizados en las momias con diversas técnicas arqueométricas y el análisis de los cambios en los patrones mortuorios a lo largo del tiempo.
Continuaremos trabajando con el equipo del Dr. Marcelo Gálvez de la Clínica Las Condes para analizar las imágenes obtenidas, pero también para desarrollar en conjunto, una serie de elementos visuales que nos permitan acercar a ustedes esta enigmática cultura, para su conocimiento y apropiación como patrimonio de todos.
El proyecto a pesar de lo que diga la Revista Enfoque no tiene dentro de sus objetivos buscar rasgos genéticos de chilenos en las momias de Chinchorro, ya que debemos entender que los pueblos precolombinos no tenían las fronteras que hoy conocemos como países, debido a que éstas son dinámicas y cambian a lo largo del tiempo. Como americanos todos somos herederos de nuestras culturas precolombinas.
Respecto a lo planteada en la prensa sobre que el pueblo Chinchorro no tendría creencias en la vida después de la muerte, pienso que si bien, nunca podremos reconstruir su sistema de creencias y cosmovisión, el complejo tratamiento dado a sus difuntos- convertidos en verdaderas esculturas o tótems y que al parecer compartían espacio con los vivos, al menos un tiempo antes de ser enterrados- nos hace interpretarlo como una de las primeras manifestaciones del culto a los muertos en la costa del desierto de Atacama. En una próxima nota ahondaremos en esta idea.