Los artrópodos, y entre ellos los insectos, son animales sexualmente dimórficos, esto quiere decir que un individuo es macho o es hembra, no existiendo casos intermedios. Sin embargo, bajo condiciones naturales, pueden ocurrir problemas durante el desarrollo, provocando en algún caso la aparición de individuos anómalos que presentan características de macho y hembra a la vez.

Ejemplo de ello, es un ejemplar de mariposa de la especie Colias vauthierii, conocida comúnmente como mariposa de la alfalfa, depositado en la Colección Nacional de Lepidoptera. Normalmente, los machos de esta mariposa tienen alas anaranjadas con los bordes de coloración marrón, mientras que en las hembras las alas son de color gris verdoso con diseños de color más oscuro. El ejemplar en cuestión, presenta una extraña coloración, pues las alas del lado izquierdo corresponden a las de una hembra y las del lado derecho a un macho. Estas singulares características llamaron la atención del Dr. Emilio Ureta, antiguo curador y jefe de la Sección de Entomología, quién publica en 1937, una detallada descripción del ejemplar en el boletín de nuestro museo.

Este fenómeno se conoce como ginandromorfismo ("con forma de macho y hembra"), y los individuos que lo presentan, llamados ginandromorfos, son organismos quiméricos, pues tienen tejidos masculinos y femeninos en un mismo cuerpo. Esto quiere decir que las partes del cuerpo con apariencia femenina poseen células de sexo femenino y las partes masculinas tienen células de sexo masculino. Una de las posibles causas para este fenómeno, sería la pérdida de uno de los cromosomas sexuales durante los primeros estados de desarrollo del embrión. Hay dos tipos de ginandromorfismo: "bilateral", donde una mitad corresponde a un sexo y la otra al sexo contrario, como nuestra mariposa; y "no bilateral", donde los individuos resultantes exhiben un mosaico de caracteres masculinos y femeninos.

Se conocen ginandromorfos en varios grupos de insectos, como Coleoptera, Hymenoptera y Diptera, entre otros, y también en ciertos crustáceos y arácnidos. Los ginandromorfos son interesantes para los científicos, no sólo por su rareza, sino porque también entregan información útil sobre los patrones del desarrollo de las diferentes partes del cuerpo, en especial de las estructuras genitales.

Después de todo, nuestra mariposa es un espécimen valioso y nos demuestra que el trabajo en las colecciones de insectos no está exento de curiosidades. Cada ejemplar tiene una historia que contar, como esta extraña mariposa "mitad hembra y mitad macho".