La laguna de la Quinta Normal, una alternativa para aves silvestres
La laguna de la Quinta Normal se transforma en una alternativa para aves silvestres, hace algún tiempo dimos a conocer la presencia de patos yecos (Phalacrocorax brasilianus) en la laguna del Parque Quinta Normal; la información de este avistamiento realizado el 10 de septiembre de 2013, era toda una novedad. Hoy, casi siete años después, los "yecos" forman parte habitual del paisaje de este estanque.
En esta oportunidad damos a conocer la presencia de un nuevo visitante en este cuerpo de agua artificial. El 12 de marzo de este año en lo que podríamos llamar la ribera de la laguna, un ave de color blanco se movía lentamente, en un estilo muy propio de una "garza grande" (Ardea alba).
Esta especie es de amplia distribución, de hecho en todo el continente americano: habita desde el sur de Canadá hasta Tierra del Fuego, y su presencia en la zona central de Chile es bastante común, aunque no es tan abundante como "la garza chica" (Egretta thula). Ambas especies comparten hábitat en toda suerte de humedales, donde se alimenta de crustáceos, peces pequeños y anfibios que captura en las riberas de aguas bajas.
A la "garza grande" se la reconoce por su gran porte, cerca un metro de altura, patas y dedos negros, pico amarillo y su nívea cubierta de pluma. En la etapa reproductiva su manto (la cubierta dorsal) se adorna de plumas filamentosas, haciéndola un ave de gran elegancia.
Lo que resulta novedoso es la presencia de esta ave en un sitio urbano densamente poblado, pues lo usual es encontrarla en áreas rurales en campos de cultivo u orillas de cuerpos de agua como lagunas, arroyos y ríos, con poca densidad humana.
La laguna del Parque Quinta Normal al parecer se está presentando como una buena alternativa para aves cuyo hábitat está asociado a humedales, los que cada vez se están haciendo más escasos en la zona central, debido a la sequía que enfrentamos y, eventualmente, la restricción que se han impuesto los humanos en tiempos de la pandemia del corona virus COVID-19, confinándolos a sus hogares, despoblando las calles; esta eventual situación ha alterado los patrones distribucionales locales de animales como pumas que llegan a los centros poblados, quizás también esta garza está aprovechando la calmada vida de la urbe metropolitana.