La termita subterránea
A partir de 1986 se detecta en la zona central de Chile, la presencia de daños ocasionados por termitas en árboles y construcciones de madera. Ahora se reconoce su presencia en diversas ciudades y comunas, sin distingo de calificaciones socio-económicas.
Se trata de Reticulitermesflavipes (Kollar), una especie introducida y establecida en Chile, como consecuencia del tráfico comercial; su forma de llega a nuestro país probablemente ocurrió a partir de ejemplares provenientes de California, los que se habrían transportado en madera infestada utilizada como embalaje.
Con el inicio de la temporada climática favorable y ante la presencia de altas temperaturas, se evidencia la presencia de esta especie ya que ejemplares alados abandonan los nidos, para colonizar nuevos ambientes; presentan coloración muy obscura en todo su cuerpo y por su cuerpo de pequeño tamaño, las alas se ven desproporcionadas. Son estos individuos alados y sexuados, los encargados de perpetuar la especie; cada pareja formada, tiene la capacidad de fundar una nueva sociedad.
Sus nidos los construyen en el suelo, a lo cual deben su nombre común de "termita subterránea", cerca de algún trozo de madera que esté en contacto con el suelo húmedo; en Santiago han proliferado en sectores aledaños a antiguos basurales, también en terrenos de relleno. Los sistemas de túneles que fabrican pueden abarcar grandes áreas, a veces se hacen aparentes ya que al estar en contacto con el aire los construyen aglutinando partículas; por esas galerías se desplazan internamente hasta alcanzar su fuente de alimento, llegando incluso a pisos superiores en edificios.
Su forma más eficiente de control es el uso de cebos alimenticios, que transportan a sus nidos; de esta forma la acción de control se ejerce internamente en el nido. Considerando su preferencia por suelos profundos, con cierta humedad y su alimentación a partir de madera, aunque utilizan también derivados de celulosa y otras fibras vegetales, al construir es conveniente tener un buen cimiento sin grietas y cuidar que no quede madera en contacto directo con el suelo.