La única mosca antártica
En el continente antártico hay sólo una especie de insecto verdadero; se trata de la especie terrestre y endémica de mosca, de la familia Chironomidae, Belgica antarctica Jacobs, 1900.
El entomólogo belga Jean-Charles Jacobs describió esta especie a base de ejemplares recolectados en la península antártica, por integrantes de la Expedición Antártica Belga (1897-1899) cuyos integrantes fueron los primeros en pasar un invierno en esa región polar. Uno de los integrantes de esta expedición era el explorador noruego Roald Amundsen, quien lideró la primera expedición que llegó al Polo Sur.
Tal como la mayor parte de los insectos, los estados de desarrollo de esta pequeña mosca (2-6 mm de longitud) comprende huevo, larva, pupa y adulto, siendo sus estados de desarrollo completamente diferentes uno de otro. Su vida en esa zona con condiciones extremas de frío ha sido posible pues las larvas resisten el congelamiento, soportan una alta deshidratación, toleran cambios fisicoquímicos importantes (acidez, salinidad), pueden sobrevivir a la falta de oxígeno, son de coloración negra y esta les permite absorber el máximo de radiación, su desarrollo de dos años como larva puede acumular energía por más tiempo. Los adultos también tienen coloración negra, con las ventajas de tener este color en zonas frías, resisten temperaturas relativamente altas, no tienen alas funcionales y sólo se desplazan caminando por lo que no los pueden afectar los fuertes vientos; se encuentran en los meses de verano, son de corta vida y entonces el apareamiento es rápido y la posterior postura de huevos se produce en la estación climática más benigna. Sus especiales adaptaciones al frío han sido motivo de estudio por parte de un equipo de científicos (ver http://www.units.miamioh.edu/cryolab/) los que han aportado a su conocimiento.
La Antártica, al igual que otras áreas, está expuesta a introducciones de especies, mientras tengan la capacidad de sobrevivir en ese ambiente con condiciones climáticas extremas. Se conoce que semillas y otros propágulos son transportados involuntariamente, en el desarrollo de actividades turísticas, de investigación científica y aquellas de aprovisionamientos (marítimos y aéreos) de bases establecidas.
En cuanto a insectos, para la especie de mosca Eretmoptera murphyi Schaeffer, 1914 (Diptera: Chironomidae), nativa de las islas Georgia del Sur, se ha destacado su capacidad de colonizar ambientes más australes; esta especie se ha establecido en una de las islas Orcadas del Sur, cerca de los 60° 43' S y 45° 36' y lo más seguro es que haya sido llevada accidentalmente, producto de la introducción experimental de vegetales. Para esta especie se han detectado densidades de 21.000 larvas por metro cuadrado, en praderas de musgos.
Tanto Belgica antarctica como Eretmoptera murphyi han sido señaladas en algunas publicaciones como moscas que no tienen alas (ápteras); esto es un error pues presentan las alas anteriores pero son muy reducidas en tamaño, por lo que sólo han perdido la capacidad de volar.
Referencias:
- Hayward, S. A., Rinehart, J. P., Sandro, L. H., Lee, R. E. and D. L. Denlinger. 2007. Slow dehydration promotes desiccation and freeze tolerance in the Antarctic midge Belgica antarctica. Journal of Experimental Biology, 210(5): 836-844.
- Hughes, K. A. and M. R. Worland. 2010. Spatial distribution, habitat preference and colonization status of two alien terrestrial invertebrate species in Antarctica. Antarctic Science 22(3): 221-231.
- Pérez, V. 2012. Sobre el carácter alas en Belgica antarctica Jacobs (Diptera: Chironomidae) registrado erróneamente en la literatura. Anales del Instituto de la Patagonia (Chile), 40(1):165-168.
- Teets, N. M., Elnitsky, M. A., Benoit, J. B., Lopez-Martinez, G., Denlinger, D. L. and R. E. Lee. 2008. Rapid cold-hardening in larvae of the Antarctic midge Belgica antarctica: cellular cold-sensing and a role for calcium. American Journal of Physiology - Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, 294(6): 1938-1946.