Las desconocidas polillas ecofóridas
Las polillas ecofóridas (familia Oecophoridae), corresponden a pequeños lepidópteros (o microlepidópteros) caracterizados por presentar palpos labiales largos y curvos. Su tamaño fluctúa entre los 10 mm y 25 mm de extensión alar, siendo la coloración de las alas variable de acuerdo a la especie, desde el gris oscuro al blanco, encontrándose también tonalidades amarillas, marrones y rojizas. En Chile, esta familia está representada por 52 especies ubicadas en 31 géneros, las que se distribuyen principalmente en la zona centro y sur.
El desarrollo de estudios recientes, que han contribuido con nuevos géneros y especies, indicarían que la diversidad de esta familia en el país sería aún mayor. Esta falta de conocimiento se debe por un lado, al bajo número de investigadores dedicados a estudiar microlepidópteros, y por otro, a la falta de interés en estos insectos, pues al estar asociados a la vegetación nativa, tienen poca o ninguna importancia agrícola o forestal.
Además, y tal como ocurre en muchos grupos de insectos, se sabe muy poco de la biología y las relaciones tróficas de las especies chilenas de Oecophoridae, es decir, se desconocen los estados inmaduros (huevos, larvas y pupas) y las plantas o sustratos de los cuales se alimentan. Entre las especies de las cuales se tienen antecedentes biológicos están Arctopoda maculosa Butler, también llamada "mariposa del cachito", que se desarrolla en el follaje de árboles nativos como peumo, quillay y boldo; Dita palmai Urra, cuya larva se alimenta de hojas de litre; y Nagehana elquiensis (Beéche) y N. chagualphaga (Beéche), cuyas larvas se desarrollan en restos florales de plantas del género Puya.
Es de esperar que futuras investigaciones ayuden a conocer de mejor forma a estos insectos, incluyendo a aquellas especies de regiones hasta ahora poco estudiadas. La zona central de Chile, sería un área especialmente diversa en este tipo de lepidópteros, pero el alto grado de intervención humana, la expansión urbana y los incendios forestales, ponen en riesgo a estas especies, muchas de las cuales con seguridad permanecen aún sin ser descritas; por esta razón, los estudios en aquellos lugares con remanentes de vegetación nativa serían prioritarios.