El 2014 el Museo Nacional de Historia Natural recibió la colección "Margot Loyola", de la cual una parte se exhibió por varios meses en el hall central de dicho museo (noviembre 2014 a febrero de 2015).

En el mercado nacional e internacional son famosas las figuras de Rari, pueblo ubicado en la Región del Maule en la zona centro sur de Chile, el cual directa o indirectamente le ha dado el nombre a la artesanía que allí se elabora; utilizando para ello la crin; una fibra de origen natural compuesta principalmente de proteínas, la que se obtiene de algunos mamíferos, en particular de los caballos.

Al revisar la Real Academia de la Lengua Española, ésta define al Crin como: "Conjunto de pelos que tienen algunos animales en la parte superior del cuello". (RAE, 2005). Estas fibras pueden ser rígidas o muy finas y flexibles.

A través de la historia se pueden encontrar variadas referencias al uso que se le ha dado a esta particular fibra, se la puede encontrar en la confección de tapicería, pinceles, telas rústicas a base de pelos, arcos de instrumentos musicales, aplicación en revestimientos en el área de la construcción, confección de artesanías, etcétera. por mencionar algunos ejemplos.

Conversando con una artesana oriunda de Rari y que trabaja esta materia prima en el centro de Santiago, me comentó que en los inicios se usaba la raíz del álamo (Populus sp) y posteriormente se introdujo la crin de caballo como materia prima, debido a la escasez de las raíces de este árbol; dando así origen a la artesanía en crin que hoy conocemos. Las artesanas de la zona tienen una vasta tradición en el uso y teñido de esta materia prima. Y sus trabajos han traspasado nuestra frontera, siendo en la actualidad reconocidos internacionalmente.

Hoy queremos destacar dos piezas de la colección "Margot Loyola" confeccionadas en esta fibra, la figura 1 es un plato con varias figuritas humanas y de animales que representa la escena de un nacimiento (R. Faúndez, 2015, común. Personal); la figura 2 representa a una mujer tocando su guitarra.

La técnica desarrollada para dar vida a estos personajes merece una mención aparte. El dar a conocer esta artesanía es un reconocimiento a todos y todas quienes componen este patrimonio vivo que con su arte contribuyen a nuestra identidad nacional.