Líneas de Base Micológicas
Importante para todos aquellos que de alguna manera valoran nuestros recursos naturales es saber que a fines del 2013 entró en vigencia el Decreto 40 que aprueba el Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. En él, se establece la obligación de realizar Líneas de Base de Hongos para los Estudios de Impacto Ambiental.
Pero ¿qué es un estudio de Impacto Ambiental? En esencia consiste en la descripción detallada del área de influencia de un proyecto o actividad, en forma previa a su ejecución. Constituye, además, uno de los contenidos mínimos exigidos por la Ley N° 19.300, sobre Bases Generales del Medio Ambiente, para la elaboración de Estudios de Impacto Ambiental, lo cual permite evaluar los impactos que pudiesen generarse o presentarse sobre los elementos del medio ambiente (Medio físico, biótico, humano, construido, usos, patrimonio cultural, paisaje y riesgos. Ahora bien, teniendo en cuenta esta información cabe hacerse la pregunta: ¿Por qué incluir a los hongos (Reino Fungí), en las líneas de base?
Porque son fundamentales para la vida en la tierra, y sin ellos no habría bosques, penicilina, pan, cerveza, vino, entre muchas otras cosas. Como ejemplo, a través de su unión simbionte con las plantas mediante la llamada micorrización, proporcionan a las plantas nutrientes que no pueden sintetizar por sí solas y sin las cuales no pueden crecer. Asimismo, las levaduras son hongos responsables de la fermentación. Por otra parte, existen diferentes especies de hongos en todos los ecosistemas del país, desde el Desierto de Atacama hasta la Tierra del Fuego. También se cultivan especies comestibles y medicinales, y se exportan hongos silvestres colectados en gran parte del territorio nacional. Sin embargo, la falta de investigación y difusión hace cada vez más necesario contar con información detallada sobre los hongos presentes en Chile.
Por tanto y como bien se menciona en el título de esta nota, las líneas de bases micológicas que se están realizando y que se comenzarán en los próximos meses ayudarán a llenar vacios de información acerca de la distribución de muchas de las especies conocidas y revelarán quizás nuevas especies para nuestro país, colaborando así con la mejor comprensión de nuestra diversidad fúngica.