Los preparativos de una gran aventura
El domingo recién pasado emprendí rumbo a la Bahía de Quintay (Valparaíso), para sumergirme en sus aguas de la mano de los amigos de Buceo Quintay, quienes me acompañaron en un hermoso recorrido por la bahía, siempre con la amabilidad y excelente atención que los caracteriza, lo que sin lugar a dudas, contribuye de manera significativa en el disfrute de esta experiencia.
La Bahía de Quintay es uno de mis lugares preferidos para sumergirme, esto por su cercanía a Santiago y sobre todo por el atractivo inherente de la fauna que allí podemos contemplar. En este recorrido, nos encontramos con uno de nuestros equinodermos “estrella”, una especie abundantemente representada en nuestras costas y en la Colección de Equinodermos: Meyenaster gelatinosus, cuyo rango de distribución abarca desde Panamá por el Norte, hasta el Archipiélago de los Chonos, en el Sur de Chile (Video 1).
También visitamos a la “mascota” del Equipo de Buceo Quintay, una anémona (Cnidario) representante de la especie Phymactis clematis, a la que también encontramos ampliamente distribuida a lo largo de nuestras costas; en esta oportunidad se encontraba rodeada de uno de sus bocados favoritos, el Rhynchocinetes typus, más conocido como camarón de roca. Acompañándolos, y a pesar de que siempre quiere pasar “desapercibido” con esa coloración que tan bien se mimetiza con el color de las algas, observamos al Panchote, otro crustáceo de la especie Taliepus dentatus. (Video 2).
Entre invertebrados y cardúmenes de peces, tales como el de Jurel (Trachurus murphyi) , la aventura fue llegando a su fin, y con la emoción de revivir esta maravillosa experiencia olvidaba contarles que además de deleitarme con el paisaje submarino, mi intención era probar los equipos adquiridos a través del Proyecto FAC a mi cargo, que lleva por título: “Biodiversidad de Equinodermos pertenecientes a la Región Magallánica representada en la Colección de Equinodermos del Área de Zoología de Invertebrados del MNHN”, y que tal como su nombre indica, nos ayudará a reducir la brecha de especies pertenecientes a esta región y representadas dentro de la Colección de Equinodermos del Área, además de permitirnos profundizar en su investigación, en conformidad con la misión de nuestro Museo.
Es así, que ya me encuentro preparando los detalles finales de una de las aventuras más ansiadas de mi vida, poder sumergirme en aguas Patagónicas y deslumbrarme con las maravillas que ni por un segundo dudo que pueda observar. Procuraré nunca despegarme de la cámara, y de ese modo, poder compartirles parte de una de mis grandes pasiones: la vida marina y el estudio de los organismos que allí habitan.