Forma y color, dos atributos que en los insectos han tenido su máxima expresión en los 400 millones de años de su historia evolutiva. Y tal extensión de tiempo no ha pasado en vano para estas criaturas, que desde su aparición han desarrollado las más variadas estrategias adaptativas, permitiéndoles conquistar cada rincón del planeta, a excepción claro, de las profundidades de los océanos.

La defensa es un aspecto crucial para la sobrevivencia de todo organismo. Si bien algunos insectos pueden defenderse activamente, mordiendo, picando o secretando sustancias repelentes o nocivas, en otros se han desarrollado formas más seguras para pasar desapercibidos o bien para desincentivar el ataque de los depredadores. Dos de estas estrategias son el mimetismo y el camuflaje (o cripsis), fenómenos normalmente confundidos entre sí por las personas.

El mimetismo ocurre cuando una especie posee una coloración y forma similar a otra, con el fin de advertir o engañar a los depredadores; mientras que el camuflaje tiene relación al parecido del animal con su entorno.

Existen varios tipos de mimetismo, los más frecuentes de observar en la naturaleza son el mimetismo batesiano y el mimetismo mülleriano. El mimetismo batesiano, llamado así en honor a Henry Walter Bates, ocurre cuando una especie inofensiva se asemeja a otra peligrosa o repugnante; un ejemplo recurrente de este tipo, corresponde al parecido que hay entre algunas moscas de la familia Syrphidae (Diptera), con abejas o avispas. Estas moscas presentan patrones de coloración similares a los himenópteros, por lo que es común confundirlas. En el mimetismo mülleriano, llamado así en honor a Fritz Müller, ocurre cuando la forma y coloración es compartida por especies que presentan veneno o mal sabor. Diversas especies de avispas albañiles o alfareras, como por ejemplo aquellas de los géneros Hypodynerus, Protodiscoelius, Stenodynerus y Pachodynerus (Hymenoptera: Vespidae), entre otros, presentan patrones y tonalidades similares que señalan su peligrosidad a otros animales. Incluso insectos de otros órdenes también presentan estos colores llamados aposemáticos (o de advertencia) para disfrazarse de avispa; este es el caso de los escarabajos del género Callisphyris (Coleoptera: Cerambycidae), de polillas del género Carmenta (Lepidoptera: Sesiidae), de algunas especies de moscas asílidas de los géneros Euthrixius y Araopogon (Diptera: Asilidae) y de la mosca Heterostomus curvipalpis (Diptera: Brachycera), todos ejemplos de mimetismo batesiano en especies chilenas.

REFERENCIAS

- Coscarón, S., Coscarón, M., y Gil-Azevedo, S.H. (2013) On the enigmatic Heterostomus curvipalpis Bigot, 1857, with a description of the pupa (Diptera, Brachycera). Zootaxa 3616 (3): 268-276.

- Pérez-D’Angello, V. (1968) Algunas consideraciones sobre el mimetismo. Noticiario Mensual del Museo Nacional de Historia Natural, Chile. 142: 3-7.

http://publicaciones.mnhn.cl/668/articles-66025_archivo_01.pdf

- Triplehorn, C.A. y Johnson, N.F. (2005) Borror and DeLong’s Introduction to the Study of Insects. Seventh edition. Thomson Books/Cole, USA, 864 pp.

En la WEB:

- Avispas de Chile. http://avispaschile.blogspot.com/