Miniaturas precolombinas esculpidas con Fauna
Cuando nos adentramos en el mundo precolombino a través de análisis, documentación o conservación de materiales arqueológicos, nos encontramos con objetos insospechados que nos permiten un mayor conocimiento no sólo de quienes lo fabricaron sino también acerca de sus usos. Una de las colecciones que nos ha brindado variadas sorpresas es la colección Aníbal Echeverría y Reyes, depositada en el Museo Nacional de Historia Natural, la que a pesar de ser una colección descontextualizada y miscelánea, se ha adscrito entre el Periodo Intermedio Tardío y Período Tardío, cuenta con alrededor de 600 objetos de diversas materialidades pertenecientes a diferentes sitios de la II Región de nuestro país. Ella tiene una importante variedad de objetos de gran factura, que merecen ser destacados.
En esta nota queremos dar a conocer tres miniaturas que representan parte de la fauna existente en la época prehispánica, confeccionadas en piedra.
Estas pequeñas representaciones corresponden a un zorrito nortino confeccionado en una roca intrusiva (¿probablemente Diorita?), éste mide 1,0 cm de largo, 0,5 cm de alto y 0,4 cm de espesor y se encuentra perforado en la parte central del cuerpo.
El segundo objeto corresponde a un ave tallada en una ¿roca córnea? y/o roca metamórfica; al igual que el zorrito se encuentra perforada en su parte central y mide 1,8 cm de largo, 0,8 cm de alto y 0,4 cm de espesor.
La tercera pieza es un pez fabricado en una roca compuesta de turquesa con malaquita, de cuerpo aplanado y bordes levemente alisados, sus medidas son 3 cm. de largo, 2,5 cm. de ancho y 0,4 cm. de espesor.
El hecho de que estas piezas sean tan pequeñas hace que la dificultad de efectuar un análisis exhaustivo de la piedra utilizada para su fabricación aumente y resulte casi imposible poder determinarlas con exactitud.
Las dos miniaturas perforadas en la parte central, hace pensar que probablemente fueron parte de un collar. En el caso de la figura de malaquita también tiene una pequeña perforación que estaría indicando que sirvió como pendiente o para ser colocada como adorno en alguna bolsita para transportar algún tipo de sustancia. Estas cuentas por su factura y tipo de líticos utilizados hacen suponer que fueron usadas como amuletos o como bienes de prestigio para ser intercambiadas con otros grupos culturales.
Al dar a conocer este patrimonio, lo estamos revalorizando y promoviendo el conocimiento de nuestros antepasados.
Las fotografías fueron realizadas por Felipe Infante y la identificación de las piedras la efectuó Christian Salazar, geólogo y curador de invertebrados del Área de Paleontología.