Noviembre y el Día de Muertos
El Día de Muertos que se festeja el 1 y 2 de noviembre no es solo una tradición mexicana -como la vemos en la película Coco de Disney- sino de toda Latinoamérica, incluido Chile y tiene raíces prehispánicas. El cronista Guaman Poma de Ayala describía el mes de noviembre para los incas así:
"NOVIENBRE, Aya Marcay Quilla [mes de llevar difuntos]:
Este mes fue el mes de los defuntos, aya quiere dezir defunto, es la fiesta de los defuntos.
En este mes sacan los defuntos de sus bóbedas que llaman pucullo y le dan de comer y de ueuer y le bisten de sus bestidos rricos y le ponen plumas en la cauesa y cantan y dansan con ellos. Y le pone en unas andas y andan con ellas en casa en casa y por las calles y por la plasa y después tornan a metella en sus pucullos, dándole sus comidas y bagilla al prencipal, de plata y de oro y al pobre, de barro. Y le dan sus carneros y rropa y lo entierra con ellas y gasta en esta fiesta muy mucho". Guaman Poma de Ayala, Nueva crónica y buen gobierno (1615)
Gracias a esta y otras crónicas, junto al registro arqueológico, sabemos que para el mundo andino prehispánico lo muertos no morían. La muerte en términos biológicos es el cese de todos los mecanismos que mantienen a nuestro cuerpo en equilibrio, sin embargo, en términos antropológicos es algo más complejo, y esto es debido a que hay tantas manifestaciones en torno a la muerte como culturas existen y han existido.
En el mundo andino, los ancestros continúan desempeñando un rol protector más allá de la muerte, por lo que si bien el cuerpo físico comienza a transformarse (descomposición, momificación, etc.), el individuo social permanece y sigue siendo parte de la comunidad. Es así como la tradición de sacar a sus muertos de sus tumbas, cambiarle las vestimentas, ofrecerles alimentos y llevarlos en procesión, tal cual se hace hoy en día con las imágenes de vírgenes y santos, fue muy extendida, no solo en términos geográficos sino también temporales. Esta tradición no ha desaparecido, solo en algunas regiones se ha transformado, impuesto por la Iglesia Católica, el 1 de noviembre pasó a ser el día de "Todos los Santos" y el 2 de noviembre para "Todos los Difuntos", días en que la gente visita en masa los cementerios para recordar y conmemorar a sus muertos.
Y por si algunos no lo saben, en el Norte de nuestro país el día de muertos sigue siendo una verdadera festividad, los cementerios se llenan de colores, bandas de músicas y mesas servidas con abundantes alimentos en las tumbas, que nos recuerdan que en noviembre la vida y la muerte se desdibuja y los ancestros se regocijan y festejan junto a sus familias, asegurando así también un año fructífero con la protección de los abuelos (ancestros) y angelitos (infantes y niños).
En honor a esta festividad y a nuestro guardián del Valle del Mapocho este próximo domingo 1 de Noviembre se estrenará el corto-documental de Andesjournal "El Niño del Plomo" a través de la plataforma de cine y documental Ondamedia y Andesjournal de forma gratuita, que cuenta con subtítulos en inglés y español para personas con discapacidad auditiva y publico internacional.
Para saber más:
http://www5.kb.dk/permalink/2006/poma/259/es/text/?open=idm45821230615552
Los vivos se desviven por los muertos. Expresiones fúnebres entre los Aymaras, quechuas y atacameños en el norte de Chile. Marcelo Maureira, Sophia Cornibert y Waldo Olavarría. 2018
http://revistafacso.ucentral.cl/index.php/rumbos/article/view/22/17
Donde los muertos no mueren. Culto a los antepasados y reproducción social en el mundo andino. Una discusión orientada a los manejos del tiempo y el espacio. Francisco Miguel Gil García. 2002
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/1433161.pdf
Duelo andino: sabiduría y elaboración de la muerte en los rituales mortuorios. Argimiro Aláez García. 2001
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73562001000200002