A mediados de octubre pasado, a media tarde entre los bosques de hualo localizados al norte de Lo Moscoso (San Fernando), el curso del sendero me lleva a encontrarme con un coleóptero en paciente espera; se trata de un adulto de Dicordylus binotatus, especie de la familia Belidae que fuera descrita por el sabio Rodulfo A. Philippi en 1859.

La causa de su espera muy posiblemente está determinada por un encuentro de sexos, para así asegurar la descendencia; en Chile central, la mayoría de los insectos muestran actividad como adultos en la época de primavera, siendo de corta vida.

En esta especie, su cabeza prolongada en forma de trompa delata su relación cercana con nuestros conocidos marineritos, burritos o capachos, todos integrantes de la familia Curculionidae.

Burritos y parientes cercanos muestran una conducta similar, pues al ser molestados o detectar posibles peligros se dejan caer y simulan estar muertos, pudiendo permanecer así durante bastante tiempo. En cuanto a su desarrollo, algunas especies tienen larvas que se alimentan al interior de tejido vegetal y en otras estas son de vida libre, alimentándose de partes vegetales tiernas o estructuras vegetales que se encuentran bajo la superficie del suelo (raíces, raicillas, tubérculos).

En el caso de Dicordylus binotatus los adultos se encuentran asociados al follaje de Kageneckia oblonga Ruiz et Pavon, una planta de crecimiento arbustivo o arbóreo conocida como "bollén", pero nada se sabe de sus aspectos biológico; para otra especie del género Dicordylus se ha indicado desarrollo al interior de tejido vegetal leñoso, por lo que se supone una biología similar.