Palotes, pero ni tanto chinchemoyos o tabolangos
Entre los fásmidos chilenos (Orden Phasmida), las especies que menos se asocian a primera vista a los “palotes”, son aquellas cuyos ejemplares se conocen comúnmente por los nombres que encabezan esta nota, que sólo se encuentran en la zona andino-patagónica y que se incluyen en el género Agathemera.
Los nombres comunes con que se conocen a estos insectos hacen referencia a características propias.
“Chinchemoyo”, que ha derivado a “chinchemolle”, es una palabra compuesta de origen quechua, y que significa “pecho hediondo o fuerte”, sin duda debido a la sustancia de mal olor que expelen en forma de pulverizado, como medio defensivo, desde glándulas ubicadas en los ángulos anteriores del protórax.
Respecto de “tabolango”, de origen mapuche, significa “perderse” y debe relacionarse con la rapidez que tratan de ocultarse al sentirse amenazados. Curiosamente, con este mismo nombre se conoce un par de localidades en la Región de Valparaíso; una ubicada en la Rinconada de Silva al norte de San Felipe y la otra al noroeste de Limache, pero no se tiene antecedentes de la presencia de estos insectos en esas zonas.
En Chile se presentan seis especies, distribuidas desde zonas altas de la cordillera de los Andes en la provincia de Elqui (Coquimbo) hasta los ambientes de estepa patagónica en la provincia de Coyhaique (Aysén). Los adultos alcanzan un tamaño de 4 a 7 cm, dependiendo de la especie y sexo, siendo los machos más pequeños.
La especie de la fotografía se distribuye en ambientes de estepa patagónica, encontrándose también en el sur de Argentina.