Progresos en el descubrimiento de crustáceos anfípodos: algunas sorpresas para un grupo poco conocido
Desde hace décadas, la vida de nuestro planeta está siendo progresivamente amenazada por las actividades humanas, lo que ha generado una importante crisis para la subsistencia de la biodiversidad y, de paso, está poniendo en riesgo nuestro bienestar futuro. Esta crisis se ve acentuada por los enormes vacíos que existen en el conocimiento de las especies que habitan el planeta, pues no podemos proteger lo que no conocemos (véase una nota sobre este tema, aquí).
Además, esta situación se ha visto agravada por una encrucijada de factores que los biólogos han bautizado como "el impedimento taxonómico". Este impedimento resulta de la alta proporción de especies que aún permanecen desconocidas (el llamado "déficit linneano"), el cada vez más bajo número de taxónomos capaces de descubrirlas, describirlas y bautizarlas, y las altas tasas de extinción (la llamada "sexta extinción masiva"), que amenazan la conservación de las especies y la integridad de los ecosistemas.
La literatura registra numerosos llamados de atención sobre los efectos del impedimento taxonómico y las acciones que permitirían superar el problema, muchas de las cuales ya han sido implementadas. Por fortuna, en años recientes se ha observado que estos llamados de atención aparentemente están surtiendo efecto, porque la compleja situación vaticinada hace unos 10 o 15 años atrás (véase por ejemplo la referencia 1), muestra las primeras señales de estar revirtiéndose.
Un interesante artículo fue publicado el año pasado por un grupo de investigadores de diversas instituciones, en la revista científica PeerJ (https://peerj.com/articles/5187/). El trabajo, que se titula "Progreso en el descubrimiento de crustáceos anfípodos", nos muestra como marcha la descripción de nuevas especies de anfípodos a nivel mundial, revelando nuevas luces respecto a la realidad de la investigación taxonómica en este grupo (2).
El estudio se basó en la información contenida en el sitio web del "World Register of Marine Species" (WoRMS), una base de datos mundial, que incluye los nombres de casi todas las especies marinas descritas hasta ahora (3), y consideró todos los registros de especies descritas entre 1758 hasta el 3 de noviembre de 2016.
Hasta el momento de la publicación del trabajo, se habían descrito un total de 9.980 especies de anfípodos marinos, estuarinos, dulceacuícolas y terrestres, distribuidos en 221 familias, 86 subfamilias y 1674 géneros. Con un promedio de 48 especies descritas por año, era de esperar que pronto se superara la barrera de las 10 mil. De hecho, mientras escribo estas líneas, ya se ha alcanzado la cifra de 10.152 especies de anfípodos descritas (World Amphipoda Database: http://www.marinespecies.org/amphipoda/)
Además, los análisis realizados en este trabajo permitieron determinar otras cosas muy interesantes, como por ejemplo que alrededor del 20% de las especies conocidas de anfípodos han sido descritas solo en la última década, y que la descripción de nuevas especies muestra un patrón de aumento sostenido, es decir cada vez se describen más especies de anfípodos. Pero esto tiene una explicación, ya que también se ha detectado un aumento en el número de taxónomos dedicados a estudiar el grupo, una tendencia que también se ha observado para las especies marinas en general (4).
Con estos datos también fue posible hacer una estimación de lo que falta por describir, con resultados sorprendentes. Ahora sabemos que falta descubrir 1/3 de las especies de anfípodos que existen en el planeta, es decir, aún desconocemos entre 5600 y 6600 especies, que se estima serán descritas desde aquí al año 2100 (Figura 2). Estos números representan más del doble de la proporción de especies desconocidas estimadas para muchos otros grupos de organismos.
Como conclusión, gracias a este estudio actualmente sabemos que los anfípodos se encuentran entre los grupos de organismos menos conocidos del mundo y que afortunadamente comienzan a surgir las primeras señales de que vamos por el camino correcto para superar el impedimento taxonómico. Es una noticia esperanzadora, sin embargo, la tarea que queda por realizar es aún gigantesca frente a la creciente degradación de los ecosistemas, que seguramente está llevando a las especies a la extinción incluso antes de que las descubramos.
Referencias
(1) Giangrande, A., 2003. Biodiversity, conservation, and the 'Taxonomic impediment'. Aquatic Conservation, 13(5): 451-459.
(2) Arfianti, T., S. Wilson & M.J. Costello, 2018. Progress in the discovery of amphipod crustaceans. PeerJ, 6:e5187; DOI 10.7717/peerj.5187 https://peerj.com/articles/5187/
(3) Costello, M.J., P. Bouchet, G. Boxshall, K. Fauchald, D. Gordon, B.W. Hoeksema, G.C.B. Poore, R.W.M. van Soest, S. Stöhr, T.C. Walter, B. Vanhoorne, W. Decock & W. Appeltans, 2018. Global coordination and standardisation in marine biodiversity through the World Register of Marine Species (WoRMS) and related databases. PLoS ONE 8(1): e51629. doi:10.1371/journal.pone.0051629 https://journals.plos.org/plosone/article/file?id=10.1371/journal.pone.0051629&type=printable
(4) Appeltans, W. et al., 2012. The Magnitude of Global Marine Species Diversity. Current Biology 22, 2189-2202 https://www.cell.com/action/showPdf?pii=S0960-9822%2812%2901138-4